Vencedores vencidos
* Por Raúl Acosta. Hay vencedores y vencidos. También vencedores vencidos en las elecciones internas, abiertas y obligatorias del 22 de mayo, en la provincia de Santa Fe.
"...de un mudo con tu voz, de un ciego como yo. Vencedores vencidos /.../ ensayo general, para la farsa actual, teatro antidisturbios /.../ me voy corriendo, a ver que escribe, en mi pared, la tribu de mi calle".
(Patricio Rey y los Redonditos de Ricota)
El primer derrotado es el tiempo de las suspicacias. Chau. La boleta única no fue tan lenta. Los arreglos formales (urnas más grandes, punteados más lógicos, son menudencias). En la secuencia de caídas la segunda fue el voto arrastre, que se terminó. Se consagró un claro contrasentido. Los caudillitos, caudillejos y prohombres de cada población, villorrio o ciudad tuvieron más votos que los grandes cabezones provinciales. Claramente: quien fue amarrado al hombre local consiguió agüita para su molino provincial. Barletta, Rossi, Bonfatti, Perotti lo sufrieron o usufructuaron. Los ejecutivos, esta es otra historia, quedaron desprendidos de las secuencias legislativas. Por allí debe buscarse otro yerro del senador Giustiniani, que tuvo varios. Suya fue una de las grandes derrotas. Se la facturarán por años: cambió la composición legislativa. Tercero en una competencia entre dos socialistas y un radical es mucho. Sus alianzas territoriales fueron flojas. Y en las grandes ciudades no quedó en pie ni una de las sonrisas preelectorales que le entregaron. Perdió, pero además lo dejaron solo.
Tras la división del socialismo aparece el gran ganador: Unión Cívica Radical.
Con una sola lista del FPCyS el socialismo, gobernante, hubiese repartido, con bastante retaceo, las 28 bancas posibles entre su gente y el radicalismo, más independientes, PDP, etcétera. Obligados al armado por cuatro (Cáceres, Bonfatti, Giustiniani, Barleta) más las listas de diputados sin correlato a gobernador (Millet, Boneto) la lista final, reprogramada según resultados de la interna, pone en carrera una composición que se integra con demasiados sueltos, muchísimos radicales y pocos socialistas, de paladar negro, en los primeros puestos. Gobernar Santa Fe, si gana el FPCyS, será consensuar en la Cámara baja. En la Cámara alta el socialismo será nuevamente súper minoría, como en la actual Gobernación de Binner.
Como ocurrió en la interna de 2007 el peronismo fue triunfador. Hay 677.000 votos al arco peronista y 650.000 al radical socialismo. En diputados la diferencia es mayor. Son 639.000 del Frente Para Todos (PJ) contra 569.000 del FPCyS.
En el 2007 la suma de votos de Rossi/Bielsa en la interna, que superó a la del FPCyS, no sirvió para que Rafael Bielsa, con estadía circunstancial en Rosario, ganase. Binner se impuso. Abandonado por Obeid, ignorado por Reutemann el habitante de Buenos Aires, canciller, candidato a intendente de Ciudad Autónoma, diputado nacional electo por ese distrito, estuvo de visita otra vez. Sube al podio, es tercero. La visita política, por ahora, terminó. Es curioso, nadie duda del poder intelectual de Rubén Giustiniani, tampoco del que ostenta Rafael Bielsa. Evidentemente hay otras cuestiones en las elecciones populares. El arraigo y el desarraigo viene siendo un castigo, al menos, desde los griegos.
El grado de desconocimiento de Antonio Bonfatti en febrero y marzo, cuando se oficializaron candidaturas, obliga al reconocimiento: ganó Binner. Que además sostuvo: es mi proyecto y es mi hombre (febrero: 5 por ciento de intención de voto). El pronombre posesivo de Binner, para estas elecciones, dejó fuera de la óptica dos hechos muy gruesos.
Lifschitz, con poco paseo y mucha sonrisa, fue ungido senador por el departamento Rosario y su lista para la Intendencia tuvo una amplia diferencia interna y con el peronismo. Es de 149.000 a 112.000 contra el precandidato radical, de fenomenal performance. Aparecieron 286.000 contra 174.000 en la disputa contra el total del peronismo. Rosario no es, sin dudas, la capital del peronismo. Rareza. El "Chango" Funes, hombre de confianza del primer Reutemann en la política (1991) fabricaba odios en el peronismo local con su frase. "Si se llega a Rosario con 100.000 votos de ventaja se gana la provincia".
El segundo hecho, muy fuerte, es el predominio del candidato de Barletta en la ciudad de Santa Fe. Peleará la ciudad capital enfrentándose al médico personal de Alberto Maguid (UPCN, histórico caudillo gremial, ex UCR, ex MID, siempre frentista).
La fórmula ideal, Lisfchitz y Barletta, intendentes exitosos, al menos en votos, hubiesen dado "un paseo", mirando las cifras, al peronismo. El contrafactismo es una teoría, nunca una práctica. Ambos partidos la frustraron.
El candidato peronista que pactó no insultar ni despreciar a CFK, Omar Perotti, superó a Rafael Bielsa y se ubicó segundo. No fue justo, para Rosario, el armado territorial. En ningún caso el listado de diputados, en el peronismo, balanceó territorio.
Hacia arriba Zanini se impuso a Mazón y organizó el operativo Bielsa. Estas elecciones tienen esa impronta. El plan A y el plan B propios. Rossi jugó su historia. Ganó. De cómo juegue CFK sus fichas en la provincia el peronismo, ahora con Agustín Rossi en el horizonte, tiene sueños posibles o ensoñaciones. Santa Fe está desalambrada. Balcarce 50 decide. Nunca antes. Nunca antes tan claramente. No querían a Reutemann caminado la provincia. Lo consiguieron.
Hacia el país en oposición (el 58 por ciento según las encuestas más sólidas) Binner es un fenomenal proyecto ¿Para qué?
Binner es un gobernador sin denuncias de corrupción, con una administración pública transparente, nunca tan pública como desde 2007, pero tiene dos defectos de fábrica. Le gusta discutir programas. Es inherente a la construcción del ideario socialista. Y, básicamente, el socialismo tiene un rechazo congénito para con el peronismo. Es así. Binner es parte de un proyecto político de suplantación o superación del peronismo, porque así se formaron los muchachos socialistas. Carrió es tan arbitraria como el peronismo clásico. El radicalismo entendió al revés su frase de cabecera. Se ha doblado y se ha roto demasiadas veces. No son iguales. Difíciles las alianzas.
¿Y Reutemann? Mientras viva CFK no será candidato. Acaso canciller, pocos lo creen. Ahora sueña con la frase de su epitafio. "El Lole ayudó a unificar el peronismo santafesino". Si Rossi es el candidato, como lo es, Reutemann pedirá, si se compromete, un diputado nacional, una salida para algún familiar y pocas fotos comprometiéndolo. En su casa toca timbre un político, dicen que dice: conseguime la embajada en Cuba, ahora, ya, mientras esté vivo Fidel. Puede que sea sólo una exageración santafesina,
La verdadera exageración es Miguel Torres Del Sel. Es de Marx aquello de primero como tragedia, después como comedia. Tan out sider como Reutemann y tan popular como él. Habla todo lo que no hablaba el Lole. Amenaza quedarse con muchos votos (el 22/05/11 obtuvo el 15 por ciento).
Hay dos teorías: una sostiene que pasó el deslumbramiento y su discurso antipolítico no aguanta una elección verdaderamente competitiva, descarnada, con las fotos de "la Tota", su personaje femenino, en todas las redes sociales y en las calles. La otra es sencilla: de Reutemann pensaban lo mismo.