Vence el plazo que Moreno le puso a los bancos para que bajen sus comisiones
Las entidades presentarían una propuesta recién el próximo martes.
El plazo que Guillermo Moreno le puso a los bancos que operan en la Argentina para que bajen las comisiones que le cobran a los supermercados por ventas con tarjetas de crédito vence hoy, pero las entidades presentarían una propuesta recién el próximo martes.
La propuesta que preparan los bancos de capital privado consiste en bajar ahora las comisiones del 3 al 2 por ciento y no al 0,75 por ciento como pide el secretario de Comercio Interior, dado que el impacto se notaría en los balances de las entidades.
En el Gobierno dan por descartada esa iniciativa y ratifican que si las comisiones no caen al 0,75 por ciento se avanzará los más rápido posible en la emisión de la denominada "SuperCard", que funcionará como tarjeta única para la compra de productos en las grandes cadenas de comercios. No obstante, tras bajar al 2 por ciento los bancos estarían dispuestos a analizar el impacto de la medida con la posibilidad de seguir recortando esos costos en forma progresiva, dijeron fuentes del sector financiero.
Si bien el plazo vende este jueves, los bancos le acercarían la propuesta a Moreno el próximo martes cuando se reúnan en la sede de la secretaría de Comercio; de ese encuentro participarían la titular del Banco Central, Mercedes Marcó del Pont, y el ministro de Economía, Hernán Lorenzino.
Por ahora, los bancos negocian con las compañías que operan las tarjetas de crédito tradicionales para intentar repartir la baja en las ganancias con el retroceso de las comisiones, y también eliminarían gran parte de las bonificaciones que ofrecen a los clientes. Ayer, la subsecretaria de Defensa al Consumidor, María Colombo, afirmó que la tarjeta de crédito que lanzará el Gobierno, denominada "SúperCard", para compras en supermercados, deberá ser "exclusiva y excluyente", y consideró que los acuerdos de precios "se están cumpliendo".
Si esa iniciativa prospera, debería ser el único plástico a aceptar por los supermercados, pero uno de los problemas que presenta esa pretensión es que varios establecimientos tienen su propia tarjeta, como ocurre como Coto y Disco/Cencosud.
La funcionaria sostuvo que el plástico tendrá que ser "excluyente" porque los supermercados no van a poder poner los precios diferenciados según las tarjetas de crédito con las que cuenten sus clientes.
La propuesta que preparan los bancos de capital privado consiste en bajar ahora las comisiones del 3 al 2 por ciento y no al 0,75 por ciento como pide el secretario de Comercio Interior, dado que el impacto se notaría en los balances de las entidades.
En el Gobierno dan por descartada esa iniciativa y ratifican que si las comisiones no caen al 0,75 por ciento se avanzará los más rápido posible en la emisión de la denominada "SuperCard", que funcionará como tarjeta única para la compra de productos en las grandes cadenas de comercios. No obstante, tras bajar al 2 por ciento los bancos estarían dispuestos a analizar el impacto de la medida con la posibilidad de seguir recortando esos costos en forma progresiva, dijeron fuentes del sector financiero.
Si bien el plazo vende este jueves, los bancos le acercarían la propuesta a Moreno el próximo martes cuando se reúnan en la sede de la secretaría de Comercio; de ese encuentro participarían la titular del Banco Central, Mercedes Marcó del Pont, y el ministro de Economía, Hernán Lorenzino.
Por ahora, los bancos negocian con las compañías que operan las tarjetas de crédito tradicionales para intentar repartir la baja en las ganancias con el retroceso de las comisiones, y también eliminarían gran parte de las bonificaciones que ofrecen a los clientes. Ayer, la subsecretaria de Defensa al Consumidor, María Colombo, afirmó que la tarjeta de crédito que lanzará el Gobierno, denominada "SúperCard", para compras en supermercados, deberá ser "exclusiva y excluyente", y consideró que los acuerdos de precios "se están cumpliendo".
Si esa iniciativa prospera, debería ser el único plástico a aceptar por los supermercados, pero uno de los problemas que presenta esa pretensión es que varios establecimientos tienen su propia tarjeta, como ocurre como Coto y Disco/Cencosud.
La funcionaria sostuvo que el plástico tendrá que ser "excluyente" porque los supermercados no van a poder poner los precios diferenciados según las tarjetas de crédito con las que cuenten sus clientes.