Van a aumentar, pero no tanto
Por Javier Lewkowicz* Las empresas habían comunicado a sus clientes que a partir de agosto la cuota subiría 15 por ciento, pero el secretario de Comercio Interior les puso un tope. "9,5 ahora y después hablamos", les dijo a los empresarios.
El Gobierno finalmente autorizó un aumento en la cuota de las prepagas. Las empresas se reunieron con el secretario de Comercio Interior, Guillermo Moreno, quien les dio el visto bueno para que suban la cuota un 9,5 por ciento en agosto. Sin embargo, no confirmó que vaya a haber una nueva modificación a fines de año, como pretendían las firmas. "9,5 ahora y después hablamos", les dijo a los empresarios. La decisión oficial la semana pasada fue frenar el incremento dispuesto por las prepagas, pero en los últimos días Moreno les adelantó a otros actores del sector que iba a flexibilizar la postura. Las empresas esperaban conseguir más y aseguraron que "el problema ahora no va a ser nuestro sino de los prestadores, que quieren un aumento mucho más alto en sus aranceles".
Los representantes de las empresas de medicina prepaga asistieron ayer a las 18.30 a una reunión con Moreno para definir la situación en torno al aumento en las cuotas. Las firmas ya habían anunciado a los afiliados hace unas semanas que aplicarían una suba a partir de agosto del orden del 15 por ciento. Aseguraban que antes de tomar esa decisión habían tenido el visto bueno del ministro de Economía, Amado Boudou, su par de Salud, Juan Manzur, y del superintendente de Servicios de Salud, Ricardo Bellagio. El viernes pasado Moreno les dijo personalmente que no autorizaría ningún tipo de aumento, por lo menos, hasta los últimos meses del año.
Sin embargo, el martes Moreno convocó a la Asociación de clínicas, sanatorios y hospitales privados (Adecra), que están pidiendo una recomposición para los prestadores médicos de 15 por ciento en agosto y 15 en diciembre, de forma que "el salario de una enfermera pase de 3 mil a 4 mil pesos", dijo a Página/12 el presidente de la entidad, Jorge Pedro Cherro, objetivo para el cual el aumento de las prepagas parece ser una condición. El funcionario les adelantó en ese encuentro que les concedería a las prepagas un aumento de hasta el 18 por ciento. El mismo mensaje les trasmitió el jueves a los representantes de los hospitales de comunidad.
En la fugaz reunión de ayer, Moreno modificó los planes. Les autorizó a las prepagas un aumento de 9,5 por ciento que regirá desde el 1º de agosto, con la promesa de volver a conversar antes de fin de año para evaluar nuevas subas. En el caso de los planes con copagos, el aumento es de 7 por ciento. Las pretensiones de las empresas estaban muy por encima de esos valores, ya que buscaban que el 18 por ciento para el año se complemente con una nueva suba en febrero o marzo, o aumentar en dos etapas un 24 por ciento antes de diciembre. Desde las firmas informaron a este diario que los afiliados se enterarán del nuevo importe en la próxima factura, o sea que no habrá rectificación frente al incremento del 15 por ciento anunciado días atrás.
Por su parte, los prestadores médicos avisaron que no se moverán del pedido del 30 por ciento de suba en los aranceles. Ante ello, se espera que las firmas de medicina prepaga se opongan, argumentando que la mejora en sus ingresos no alcanza para hacer frente al reclamo. "No vamos a aceptar que las prepagas trasladen el porcentaje de aumento que les autorizó Moreno. No es suficiente y está muy por debajo de la pauta de incremento que tenemos por parte del Pami y las obras sociales sindicales, que a partir de las paritarias ven subir sus ingresos de forma automática", manifestó Cherro. El miércoles habrá una asamblea donde se reunirán las cámaras que agrupan a los prestadores médicos de todo el país "para analizar qué alternativas de negociación tenemos y si se decide tomar alguna medida de fuerza", agregó. Moreno les advirtió a los prestadores que si había abandono de pacientes, les podría aplicar la ley de abastecimiento.