Vampiros: una leyenda que sigue vigente
Aunque se trata de seres míticos, algunas personas creen en su existencia.
Un vampiro es una criatura fantástica cuyo objetivo es vencer a la muerte chupando sangre humana. El tipo más común del mito retrata al vampiro como una persona muerta que sale de la tumba durante la noche para buscar sus víctimas. Éstas son seres humanos a los cuales les extrae la sangre.
Tema popular de los cineastas, quienes comenzaron con la famosa novela de Bram Stoker, "Drácula", van agregando constantemente versiones nuevas: algunos pueden volar (como los murciélagos), tienen una predilección lujuriosa por las mujeres, quienes se convierten en vampiros luego de ser atacadas.
También experimentan una profunda aversión por la cruz, símbolo del cristianismo, y el ajo los repele. La mayoría de ellos muere cuando se enfrenta a la luz del sol o cuando les clavan una estaca en el corazón. El origen del mito se remonta al siglo XV, época en que vivía un guerrero llamado Vlad el Empalador.
El primer actor que obtuvo fama por interpretar a Drácula fue nada menos que Bela Lugosi (1882-1956), a quien vemos en la foto siguiente en la famosa película estrenada en 1931.
Pero, entre los autores de libros hay discrepancias. Elizabeth Miller, autora de "Dracula: Sense & Nonsense" (2000), Bram Stoker (ver foto más abajo) no basó su personaje en Vlad el Empalador. Supuestamente Stoker habría tomado el apodo de Vlad, "Drácula", para un vampiro que él ya había concebido y llamado tentativamente Conde Wampyr. Los vampiros y los zombies acapararon las películas de terror, y la tendencia sigue creciendo.
Fascinación por la sangre para conseguir la inmortalidad
Las leyendas sobre criaturas que chupan sangre se hallan en varias culturas, en todos los tiempos. Uno de los más populares chupasangres de nuestro tiempo es el famoso "chupacabras", mezcla de perro salvaje y alienígena, con crestas en el lomo, según dicen los que lo han "visto". Aparte de los cineastas, los escritores han elegido a los vampiros como tema central de sus libros innumerables veces. Lo que parece ser universal sobre los mitos acerca de los vampiros es el temor a la muerte y el deseo de inmortalidad.
El ritual de beber sangre para vencer a la muerte lo han practicado muchos pueblos. No hace falta ser vampiro para beber sangre. Los Aztecas y otros pueblos indígenas de América, por ejemplo, comían corazones y se tomaban la sangre de los prisioneros en ceremorias rituales, la mayoría de las veces para satisfacer el apetito de los dioses y ganarse la fertilidad y la inmortalidad.
Por otra parte queda claro que la sangre es esencial para la vida, a la vez que por su color, causa aprensión en muchas personas, muchas de las cuales no pueden ver una herida con sangre o que sufren cuando tienen que sacarse sangre.
También son típicos los ritos de Dionisos y Mitra en los cuales, para lograr la inmortalidad se bebía sangre animal. En el cristianismo, sobre todo en el catolicismo, los fieles creen en la transmutación del pan y el vino en el cuerpo y sangre de Jesús respectivamente. Se podría decir que hemos progresado un poco en nuestra búsqueda mágica para conseguir la inmortalidad. Al principio sacrificábamos seres humanos y bebíamos la sangre para mantener vivos y felices a los dioses, o para unirnos a ellos con el objeto de vencer a la muerte.
Luego sustituimos a los seres humanos por otros animales. Finalmente llegamos al vegetarianismo. Así y todo, la verdad es deprimente: para que algo viva, algo o alguien debe morir. Probablemente esto no nos cause mayores problemas porque los que estamos en el plato no somos nosotros...
Los vampiros espirituales
Hay gente que estudia el "vampirismo espiritual" o "energético". Aquí se trataría de un fenómeno por el cual una persona le saca la "energía" a otra y por eso se lo llama "vampiro energético". La víctima sufriría las consecuencias experimentando diversos trastornos. En realidad, los terapeutas, sacerdotes y gurúes que promueven este tipo de disparates son los verdaderos "vampiros", hablando en términos metafóricos, claro.
Tampoco es extraño que se llame "vampiresa" a una mujer que arruina y explota a un amante. En sentido metafórico se dice que lo está "exprimiendo". Un ejemplo de deterioro puede verse en numerosos sitios web que tienen como tema central a los vampiros y apelan a intereses ocultistas o de la Nueva Era tales como entrar al llamado lado oscuro de la realidad, ganar poder, establecer una única identidad como persona especial o vendiendo productos y juegos comerciales.
Los vampiros que no son leyenda
Los cultos relacionados con el vampirismo han emergido entre algunos ocultistas. Buscan la sangre para que les dé poder, excitación sexual, o para transformarse en personas ficticias que atemoricen a los demás. Al contrario de lo que pasaba con nuestros antepasados, no buscan el poder debido al miedo basado en la ignorancia y a una mala interpretación de la naturaleza, sino en la ignorancia y mala interpretación de ellos mismos.
Estos grupos son atractivos para los jóvenes y los débiles. Hace pocos años, tales "vampiros" hubieran sido considerados enfermos o diabólicos. Hoy, se dice que son personas que tienen un estilo de vida "alternativo". Algunos llegan a ser lo suficientemente "imaginativos" para creer que pueden sacarle la "energía" a la gente y, agregándole un poco de megalomanía, podríamos decir que desean sentir un cierto tipo de superioridad sobre quienes no forman parte del clan.
La parte más trágica: los casos reales
- En la página web de la CNN, se publicó esta noticia en 2003: "Cientos de malawianos furiosos persiguieron a un político hasta su casa y lo apedrearon (...) acusándolo de dar asilo a vampiros". El gobernador Eric Chiwaya, miembro del Frente Democrático Unido, fue la última víctima de un extraño rumor que afirmaba que el gobierno nacional estaba complotado con vampiros con el objeto de recolectar sangre humana para agencias de ayuda internacional. La masa se enfervorizó y apedreó a un hombre que no creía en estos cuentos hasta matarlo.
- En abril de 2005, Erin Shatraw, una joven de 18 años de Salinas, California, EE.UU., fue condenada por acoso sexual infantil. Increíble pero real: Shatraw intentó convencer a su víctima, de 14 años, de que ella era un vampiro. La amenazó con hechizarla si la niña no tenía relaciones sexuales con ella. Finalmente la condenaron a 6 meses de prisión.
- En Eustis, Florida, EE.UU., un hombre que creía que era vampiro formó un culto con varios seguidores adolescentes. El grupo mató al padre de uno de los miembros del culto. Ocurrió en noviembre de 1996.
Finalmente, en el sitio web sanguinarius.org, página creada para ayudar a los vampiros, puede leerse en la sección "Statements of Purpose" (Declaración de Propósitos), lo siguiente:
"(1/9)
Establecer y mantener una comunicación, información y redes de apoyo nacionales e internacionales para todos los bebedores de sangre, vampiros psi-energéticos y aquellos que llevan un estilo de vida Vampyre;
(2,9)
Incrementar la comunicación y comprensión concerniente a los bebedores de sangre, vampiros psi-energéticos y aquellos que llevan un estilo de vida Vampyre; también trabajar hacia la unificación de una cultura cohesionada."
Después de leer estos casos (que son una pequeña muestra de las barbaridades que se han cometido), no cabe duda de que los seres humanos somos mucho más peligrosos que los vampiros.