"Vamos a ir presos", le dijo Echegaray a Cristina
El titular de la AFIP se negó a respaldar a Amado Boudou en el caso de la ex Ciccone, y cuando Cristina le reclamó no haberlo defendido bien, Echagaray hizo estas polémicas declaraciones.
Aquel 9 de marzo pasado, minutos después de concluido su encuentro con los periodistas en la sede de la AFIP, la presidente Cristina Kirchner le había recriminado a Ricardo Echegaray que "no lo defendiste muy bien a Amado". A lo que el titular de la AFIP se sinceró: "Pero es que vamos a ir presos".
La confesión de Echegaray está narrada en el libro Amado. La verdadera historia de Boudou, del periodista de la revista Noticias, Federico Mayol, y abarcó no sólo el rol del titular de la AFIP para forzar la caída de la ex Ciccone y su resurrección con el presunto testaferro de Boudou, Alejandro Vandenbroele, sino también el de varios de sus colaboradores, según publica Clarín.
Antes de la irrupción de Vandenbroele, un estrechísimo colaborador de Echegaray, Fernando Villaverde, negoció con los Ciccone junto a otro marplatense, Rodolfo Usuna, quien también conoce a Boudou desde hace décadas. Así lo expuso el gremialista Víctor Pirillo, quien colaboraba entonces con Héctor y Nicolás Ciccone en sus desesperados intentos de conservar la imprenta en sus manos.
Para entonces, según reconstruyó Mayol, Boudou ya había protagonizado un furibundo cortocircuito con el hijo de la Presidente, Máximo Kirchner. "Desde aquel momento, y mucho más a partir del escándalo vinculado con la ex Ciccone, la suerte del marplatense pende de un hilo. Esa suerte también está ligada a su relación con [Jorge] Brito", el presidente del Banco Macro, al que los diplomáticos norteamericanos habían definido como "el banquero de [Néstor] Kirchner", según consta en un cable del 22 de julio de 2009 de la embajada en Buenos Aires revelado por WikiLeaks.
La confesión de Echegaray está narrada en el libro Amado. La verdadera historia de Boudou, del periodista de la revista Noticias, Federico Mayol, y abarcó no sólo el rol del titular de la AFIP para forzar la caída de la ex Ciccone y su resurrección con el presunto testaferro de Boudou, Alejandro Vandenbroele, sino también el de varios de sus colaboradores, según publica Clarín.
Antes de la irrupción de Vandenbroele, un estrechísimo colaborador de Echegaray, Fernando Villaverde, negoció con los Ciccone junto a otro marplatense, Rodolfo Usuna, quien también conoce a Boudou desde hace décadas. Así lo expuso el gremialista Víctor Pirillo, quien colaboraba entonces con Héctor y Nicolás Ciccone en sus desesperados intentos de conservar la imprenta en sus manos.
Para entonces, según reconstruyó Mayol, Boudou ya había protagonizado un furibundo cortocircuito con el hijo de la Presidente, Máximo Kirchner. "Desde aquel momento, y mucho más a partir del escándalo vinculado con la ex Ciccone, la suerte del marplatense pende de un hilo. Esa suerte también está ligada a su relación con [Jorge] Brito", el presidente del Banco Macro, al que los diplomáticos norteamericanos habían definido como "el banquero de [Néstor] Kirchner", según consta en un cable del 22 de julio de 2009 de la embajada en Buenos Aires revelado por WikiLeaks.