Valiosa evocación en las escuelas de Belgrano y del Día de la Bandera
Inculcar entre los chicos y los jóvenes el respeto por los símbolos patrios y el amor por los fundadores de nuestro país es una de las misiones básicas del sistema educativo.
Inculcar entre los chicos y los jóvenes el respeto por los símbolos patrios y el amor por los fundadores de nuestro país es una de las misiones básicas del sistema educativo. En esa búsqueda, resultan muy auspiciosos los homenajes que, iniciados el viernes y que concluirán este martes, se realizaron en las escuelas en recuerdo del Día de la Bandera y de su creador, Manuel Belgrano.
Si bien se ha cumplido con una tradición que se viene respetando año tras año, es indudable que el colorido y la emotividad alcanzados en esta oportunidad por las distintas celebraciones, con la activa intervención de docentes y alumnos que contó con la activa colaboración de los padres y demás familiares dejó singulares testimonios del interés por rescatar el valor de figuras y símbolos tan valiosos de la historia argentina.
Más allá de la profusión de pequeñas o grandes banderas y de escarapelas, de los verdaderos esfuerzos desplegados en muchas escuelas para enriquecer las ceremonias evocativas, del traslado a las calles de algunas de esas fiestas y de la intervención espontánea y respetuosa de los vecinos y de la organización de diversos concursos alusivos, resultó ostensible la seriedad y el fervor con que todos los que participaron se sumaron a la jornada.
Y al igual que en años anteriores, no puede sino mencionarse la rectora presencia del Instituto Belgraniano de la Provincia, dedicado desde hace décadas a exaltar no sólo las virtudes de uno de los más sobresalientes fundadores de la Patria, sino a inculcar en la juventud conocimientos acerca de la doctrina y la acción desplegada por los próceres.
Belgrano, creador de la Bandera, fue uno de los primeros estadistas y civilizadores del país. Fue el primer fundador de escuelas, impulsó la industria y el comercio exterior, promovió los ciencias, las artes y los oficios creando para ellos las primeras instituciones especializadas y a la hora de responder por los peligros externos que acosaban al naciente gobierno patrio, sin serlo se hizo soldado, comandó el ejército del Norte, luchó en forma heroica y venció en las batallas de Tucumán y Salta, en victorias que le permitieron a San Martín proseguir la campaña que aseguraría la independencia nacional.
El compromiso de Belgrano llegó al extremo de que ofreciera su salud y finalmente su propia vida, para finalmente morir en estado de completa pobreza ya que la poca fortuna que siempre dispuso la entregó a las luchas en defensa del país.
De allí que su legado espiritual, intangible y ejemplar, permanece intacto y que, por el contrario, a medida que pasan los años, resulta cada vez más valioso e imprescindible para las sucesivas generaciones.
De allí también la justificada emoción que produce en estos días advertir que miles de niños de poca edad, algunos de ellos aún en los umbrales del uso de razón ciudadana, se vienen mostrando evidentemente sensibles a la ejemplar figura de Belgrano.
En ese contexto, por cierto, merecen ser mencionados los docentes que organizan estas recordaciones del Día de la Bandera y de su creador, así como también los padres y demás familiares, sin dejar de aludir a la inmensa mayoría de los habitantes, que vienen prestando su emocionada presencia.