Valeria Mazza, madre y empresaria
Aunque el calendario siga consumiendo fechas, ella no pierde vigencia. Si bien es verdad que va mutando sus roles, la aureola de Valeria Mazza (39) está mucho más allá del tiempo cronológico.
La modelo fue dejando paso a la madre, y ahora, cuando los chicos ya no le demandan una atención tan full time, comienza a asomar la mujer empresaria. Esa que hizo su aparición estelar durante el soleado mediodía del viernes 9, en Manantiales, para presentar el comienzo de las obras del nuevo emprendimiento de Vamagra (la empresa que integra con su marido, Alejandro Gravier), en sociedad con un grupo español.
Se trata del complejo hotelero Selenza Village + Hotel, el primero del grupo ibérico que abrirá en América, un hotel-spa con residencias privadas que se especializará en tratamientos de talasoterapia.
La movida trajo a tierras uruguayas al empresario inmobiliario español Félix Abanades (47), presidente del Grupo Rayet y de gran reputación en su país y en Europa.
Efusivo y con muchas ganas de "echar raíces" en el Uruguay, según sus palabras, Félix reconoció que dio su aprobación al proyecto inspirado en la belleza de Valeria. "¿Es posible resistírsele a una mujer así?", les preguntó a los más de 200 invitados que desafiando el sol intenso, se regocijaron con la brisa marina.
A su lado, Gravier también le dedicó unas palabras a "mi socia, mi amiga, mi amante, mi compañera, mi mujer", mientras el rostro de Valeria dibujaba una sonrisa.
Dos días después, el domingo 11, la Valeria mamá afloró en todo su esplendor. Ya instalada en Punta del Este con su familia, la rubia fue absorbida por completo por su hija, Taina (3), en las arenas de La Posta del Cangrejo, mientras Alejandro se ocupaba de los tres varones, Balthazar (12), Tiziano (9) y Benicio (6), quienes jugaban al fútbol y tomaban clases de surf.
Madre e hija ya son inseparables y se necesitan con la misma devoción.