Vacuna sí, sea rusa, inglesa o extraterrestre
Es difícil construir una solución con debates del siglo pasado. Y mucho menos con los antivacunas.
Por lo que se sabe hasta ahora, la única esperanza para dejar atrás esta desgracia del coronavirus que azotó al 2020 es la llegada de una vacuna. En el caso de que realmente se concrete, ¿por qué negarse a aplicársela?
Podría decirse que es la decisión de cada uno la de ponérsela o no. Pero la situación va más allá de eso: se trata de una enfermedad supercontagiosa, que quizás en algunos los afecte de manera leve, pero a otros hasta puede empujarlos a la muerte. Así, la simple negación a una vacuna es inaudita. Es imposible combatir una pandemia con los antivacunas.
Pero tampoco se puede cuestionar a una vacuna tan solo por su país de procedencia: si la rusa funciona, como también la inglesa o la estadounidense, fuera cual fuera, la Argentina no puede quedarse afuera del reparto de ninguna cura contra el covid-19.
A esta altura de la historia, debatir y recaer en debates ideológicos del siglo pasado como principal argumento para rechazar una solución a un problema sanitario de tamaña envergadura es insólito.
Aunque incluso su proceder y su proyecto de aplicación en nuestro país será eje de polémica: si hacer caso a los que sostienen que primero se la tienen que aplicar los políticos para probar su efectividad, aunque después se cuestione por qué ellos son los primeros en tenerla; o si aplicarla a los trabajadores esenciales, cuando seguramente recaigan cuestionamientos que afirmen que somos “conejillos de indias”.
Ante este presente en el que el distanciamiento social ya es insoportable, la vacuna es la única esperanza, a menos que se encuentre un tratamiento que haga desaparecer los síntomas de manera instantánea. Es algo lógico que las autoridades tampoco se van a arriesgar a aplicar una que no sea totalmente segura y eficaz y mucho menos contraproducente. Todas las que están en estudio están en el mismo estadio de prueba. Así que, si funciona, da igual si es rusa, inglesa, estadounidense o, quien dice, argentina.
Dejá tu comentario