Uno por uno, cómo viven los ministros de Mauricio Macri el debate por la despenalización del aborto
La mayoría esta en contra de la iniciativa, pero celebran el debate. Quienes son los que apoyan la legalización.
Por Guido Carelli Lynch (Extraído de Clarín.com)
La sorpresiva decisión del presidente Mauricio Macri de habilitar la discusión en el Congreso sobre la legalización del aborto divide al Gobierno. Sin embargo, eso no significa que una grieta interna amenace al oficialismo. Entre los ministros más poderosos y los dirigentes más influyentes de la Coalición de Gobierno no hay fisuras. La unanimidad es total.
El jefe de Gabinete Marcos Peña, su segundo Mario Quintana, la vicepresidenta Gabriela Michetti, la ministra de Desarrollo Social Carolina Stanley; el de Trabajo, Jorge Triaca; y el de Interior, Rogelio Frigerio están en contra de la interrupción legal del embarazo. Lo mismo ocurre con Oscar Aguad (Defensa), Patricia Bullrich (Seguridad), Miguel Etchevehere (Agroindustria), el canciller Jorge Faurie y Guillermo Dietrich (Transporte).
En el Congreso, ocurre lo mismo. Emilio Monzó y su tropa están en contra, igual que Federico Pinedo. "No encuentro diferencia entre eliminar la vida de un chico por nacer y uno que nació", sostuvo en declaraciones a Mitre antes de insistir con una de las ironías que esconde el debate. "Seguramente tendremos aliados, como Cristina Kirchner", sostuvo.
Un integrante del interbloque de Diputados señaló que ─una suerte de boca de urna─ entre los diputados oficialistas lanzó que el 80% está en contra de la despenalización y solo un 20%, a favor. Carmen Polledo, de relación directa con el Presidente, y flamante titular de la Fundación Pensar ─el think-tank macrista─ también está en contra. En ese espacio, que nació para elaborar la plataforma presidencial de Macri, se debatió sobre el tema en 2015, aunque nunca de manera formal.
La gobernadora bonaerense María Eugenia Vidal ─integrante estable de la mesa chica del PRO─ y la dirigente con mejor imagen del espacio ya se manifestó en reiteradas ocasiones en contra. "Me parece bien que se debata, respetando todas las posturas y escuchando todas las voces. Mi posición, como dije en muchas oportunidades es en contra", le dijo a Clarín.
En el mismo sentido se expresó el jefe de Gobierno Horacio Rodríguez Larreta que también saludó la discusión en el Congreso.
Los argumentos en contra son variados, aunque buena parte de los integrantes del primer lote tiene formación religiosa y algunos, como Triaca, Stanley y Vidal, relación aceitada con el Papa. Todos los miembros de ese numeroso y mayoritario grupo tienen la convicción de que la vida se inicia desde la gestación y que abortar equivale a matar. Puesto a elegir -"blanco sobre negro"- eligen no despenalizar. "No encuentro diferencia entre matar a un niño por nacer y a uno que ya nació", le dijo un ministro a este diario.
Algunos, como Bullrich, que alguna vez quiso llevar el debate al Congreso -y otra vez lo trabó en comisión- cambiaron de opinión. La ministra de Seguridad esgrime que los nietos y la edad la hicieron revisar su postura.
A pesar de todo, algunos ministros y dirigentes levantaron la voz para manifestarse a favor de la legalización. El ministro de Salud, Adolfo Rubinstein, fue uno de los primeros y, si bien evitó dar su posición personal, brindó argumentos que lo ubican ese lote. "En los países que legalizaron el aborto, la mortalidad materna bajó drásticamente", señaló posicionado la discusión como ─ante todo─ un tema de salud pública.
El ministro de Ciencia y Tecnología, Lino Barañao, fue el único que hasta ahora lo dijo sin titubeos. "Estoy a favor de la despenalización del aborto", sentenció en Radio Con Vos.
Además, argumentó que "si bien la vida empieza con la concepción, las características como persona aparecen más adelante".
El titular de Energía Juan José Aranguren también está a favor, aunque dio más rodeos. "Una respuesta por SI o NO es siempre odiosa. Estoy a favor del libre albedrío. Dependiendo las circunstancias, con adecuada educación sexual y profilaxis, y contención de la mujer, lo avalo", sostuvo.
El vicejefe de Gabinete Gustavo Lopetegui es otro de los funcionarios que se manifestaron a favor. "Es un enorme avance que tengamos este debate en la sociedad y finalmente en el Congreso. Es un tema muy sensible y que tiene muchos matices y gradientes. Espero que el debate sea inteligente y no simplista, tal como lo han tenido todos los países avanzados. Yo personalmente estoy a favor de la despenalización. Rubinstein ilumina muy bien las consecuencias sanitarias y personales de las distintas alternativas", sostiene. Lo mismo ocurre con el ministro de Producción Francisco Cabrera. El de Ambiente, Sergio Bergman -que en el pasado se había manifestado en contra- ahora está a favor de la despenalización. El titular del Plan Belgrano Carlos Vignolo también está a favor de la despenalización, aunque considera que es es un tema de libertad de conciencia, que nunca podrá ser enmarcada por una ley. Para el dirigente correntino, no obstante, pesa más el hecho de que los adultos que lo practiquen no pueden ser considerados criminales.
El ministro de Justicia Germán Garavano está en contra. Elige seguir con el criterio actual de la Corte Suprema, en la que el aborto solo es legal si el embarazo es producto de una violación o si corre riesgo la salud de la madre.
Su aporte superador concreto sería el nuevo Código Penal, que el Gobierno busca sancionar, en la que la madre ya no tendría pena de prisión. La situación de los médicos que los practiquen, en cambio, no variaría.
Los aliados del PRO en el Gobierno no emitirán una posición institucional. Elisa Carrió está en contra, pero también saluda la posibilidad del debate. La conducción del radicalismo, que suma más voluntades a favor, no emitirán una posición institucional.
Cuentan en la Casa Rosada que los funcionarios de segunda y tercera línea, que son más jóvenes, están en su enorme mayoría a favor.
Algunos dirigentes fueron más lejos y el lunes pasado, se plegaron al "tuitazo" a favor del aborto seguro, legal y gratuito y replicaron la consigna, entre ellos Iván Petrella -que acaba de dejar Cultura- y Hernán Iglesias Illa, de Jefatura. Ambos -al igual que Avelluto- son muy cercanos a Peña, quien está en contra.
No hubo discusiones de fondo dentro del Gobierno al respecto. Hasta ahora solo hubo intercambios de opinión en conversaciones privadas, entre ministros.
El titular del Sistema Federal de Medios Hernán Lombardi está a favor, pero hasta ahora -en público- prefirió concentrarse en el paso adelante que significa abrir la discusión. "Hay diversas posiciones respecto al tema #Aborto. Todas merecen ser escuchadas. Una sola es arcaica: los que creen que ni siquiera se puede debatir", tuiteó el funcionario.
Ese es el argumento con el que el Gobierno justificará avanzar con un proyecto con el que sus principales dirigentes -ni siquiera Presidente- están a favor.
La sorpresiva decisión del presidente Mauricio Macri de habilitar la discusión en el Congreso sobre la legalización del aborto divide al Gobierno. Sin embargo, eso no significa que una grieta interna amenace al oficialismo. Entre los ministros más poderosos y los dirigentes más influyentes de la Coalición de Gobierno no hay fisuras. La unanimidad es total.
El jefe de Gabinete Marcos Peña, su segundo Mario Quintana, la vicepresidenta Gabriela Michetti, la ministra de Desarrollo Social Carolina Stanley; el de Trabajo, Jorge Triaca; y el de Interior, Rogelio Frigerio están en contra de la interrupción legal del embarazo. Lo mismo ocurre con Oscar Aguad (Defensa), Patricia Bullrich (Seguridad), Miguel Etchevehere (Agroindustria), el canciller Jorge Faurie y Guillermo Dietrich (Transporte).
En el Congreso, ocurre lo mismo. Emilio Monzó y su tropa están en contra, igual que Federico Pinedo. "No encuentro diferencia entre eliminar la vida de un chico por nacer y uno que nació", sostuvo en declaraciones a Mitre antes de insistir con una de las ironías que esconde el debate. "Seguramente tendremos aliados, como Cristina Kirchner", sostuvo.
Un integrante del interbloque de Diputados señaló que ─una suerte de boca de urna─ entre los diputados oficialistas lanzó que el 80% está en contra de la despenalización y solo un 20%, a favor. Carmen Polledo, de relación directa con el Presidente, y flamante titular de la Fundación Pensar ─el think-tank macrista─ también está en contra. En ese espacio, que nació para elaborar la plataforma presidencial de Macri, se debatió sobre el tema en 2015, aunque nunca de manera formal.
La gobernadora bonaerense María Eugenia Vidal ─integrante estable de la mesa chica del PRO─ y la dirigente con mejor imagen del espacio ya se manifestó en reiteradas ocasiones en contra. "Me parece bien que se debata, respetando todas las posturas y escuchando todas las voces. Mi posición, como dije en muchas oportunidades es en contra", le dijo a Clarín.
En el mismo sentido se expresó el jefe de Gobierno Horacio Rodríguez Larreta que también saludó la discusión en el Congreso.
Los argumentos en contra son variados, aunque buena parte de los integrantes del primer lote tiene formación religiosa y algunos, como Triaca, Stanley y Vidal, relación aceitada con el Papa. Todos los miembros de ese numeroso y mayoritario grupo tienen la convicción de que la vida se inicia desde la gestación y que abortar equivale a matar. Puesto a elegir -"blanco sobre negro"- eligen no despenalizar. "No encuentro diferencia entre matar a un niño por nacer y a uno que ya nació", le dijo un ministro a este diario.
Algunos, como Bullrich, que alguna vez quiso llevar el debate al Congreso -y otra vez lo trabó en comisión- cambiaron de opinión. La ministra de Seguridad esgrime que los nietos y la edad la hicieron revisar su postura.
A pesar de todo, algunos ministros y dirigentes levantaron la voz para manifestarse a favor de la legalización. El ministro de Salud, Adolfo Rubinstein, fue uno de los primeros y, si bien evitó dar su posición personal, brindó argumentos que lo ubican ese lote. "En los países que legalizaron el aborto, la mortalidad materna bajó drásticamente", señaló posicionado la discusión como ─ante todo─ un tema de salud pública.
El ministro de Ciencia y Tecnología, Lino Barañao, fue el único que hasta ahora lo dijo sin titubeos. "Estoy a favor de la despenalización del aborto", sentenció en Radio Con Vos.
Además, argumentó que "si bien la vida empieza con la concepción, las características como persona aparecen más adelante".
El titular de Energía Juan José Aranguren también está a favor, aunque dio más rodeos. "Una respuesta por SI o NO es siempre odiosa. Estoy a favor del libre albedrío. Dependiendo las circunstancias, con adecuada educación sexual y profilaxis, y contención de la mujer, lo avalo", sostuvo.
El vicejefe de Gabinete Gustavo Lopetegui es otro de los funcionarios que se manifestaron a favor. "Es un enorme avance que tengamos este debate en la sociedad y finalmente en el Congreso. Es un tema muy sensible y que tiene muchos matices y gradientes. Espero que el debate sea inteligente y no simplista, tal como lo han tenido todos los países avanzados. Yo personalmente estoy a favor de la despenalización. Rubinstein ilumina muy bien las consecuencias sanitarias y personales de las distintas alternativas", sostiene. Lo mismo ocurre con el ministro de Producción Francisco Cabrera. El de Ambiente, Sergio Bergman -que en el pasado se había manifestado en contra- ahora está a favor de la despenalización. El titular del Plan Belgrano Carlos Vignolo también está a favor de la despenalización, aunque considera que es es un tema de libertad de conciencia, que nunca podrá ser enmarcada por una ley. Para el dirigente correntino, no obstante, pesa más el hecho de que los adultos que lo practiquen no pueden ser considerados criminales.
El ministro de Justicia Germán Garavano está en contra. Elige seguir con el criterio actual de la Corte Suprema, en la que el aborto solo es legal si el embarazo es producto de una violación o si corre riesgo la salud de la madre.
Su aporte superador concreto sería el nuevo Código Penal, que el Gobierno busca sancionar, en la que la madre ya no tendría pena de prisión. La situación de los médicos que los practiquen, en cambio, no variaría.
Los aliados del PRO en el Gobierno no emitirán una posición institucional. Elisa Carrió está en contra, pero también saluda la posibilidad del debate. La conducción del radicalismo, que suma más voluntades a favor, no emitirán una posición institucional.
Cuentan en la Casa Rosada que los funcionarios de segunda y tercera línea, que son más jóvenes, están en su enorme mayoría a favor.
Algunos dirigentes fueron más lejos y el lunes pasado, se plegaron al "tuitazo" a favor del aborto seguro, legal y gratuito y replicaron la consigna, entre ellos Iván Petrella -que acaba de dejar Cultura- y Hernán Iglesias Illa, de Jefatura. Ambos -al igual que Avelluto- son muy cercanos a Peña, quien está en contra.
No hubo discusiones de fondo dentro del Gobierno al respecto. Hasta ahora solo hubo intercambios de opinión en conversaciones privadas, entre ministros.
El titular del Sistema Federal de Medios Hernán Lombardi está a favor, pero hasta ahora -en público- prefirió concentrarse en el paso adelante que significa abrir la discusión. "Hay diversas posiciones respecto al tema #Aborto. Todas merecen ser escuchadas. Una sola es arcaica: los que creen que ni siquiera se puede debatir", tuiteó el funcionario.
Ese es el argumento con el que el Gobierno justificará avanzar con un proyecto con el que sus principales dirigentes -ni siquiera Presidente- están a favor.