Una Redacción con taquicardia
Los viernes suelen ser días fáciles, aunque acelerados. Pero el de ayer tuvo duros golpes al corazón.
Si a la Redacción le hubieran hecho un electrocardiograma, seguro la internaban con una preocupante arritmia. A las siete todo era un trabajo de dientes apretados con periodistas, camarógrafos y editores acongojados por el ataque de un joven de 19 años.
Del hospital llegaban a cada rato versiones que jugaban con el destino: "Está mejor; no hay nada que hacer; murió Iván". A los pocos minutos, llegó la noticia de que Maxi, el niño de ocho años que había sido baleado en Yerba Buena, se había despertado de un coma que le augura un triste final.
Tantas tensiones en pocas horas se liberaron con humoradas que surgieron después de que el 11/11/11 a las 11 y 11 no pasara nada.
Los viernes suelen ser días fáciles, ayer fue la excepción que confirma la regla.