Una pericia afirma que la ropa que tenía Facundo Astudillo al momento de desaparecer estaba quemada y cortada
Es la que encontraron en la mochila del joven. Para el abogado de la madre, confirma que pudo haber sido torturado.
Una pericia forense de Gendarmería concluyó que la vestimenta encontrada en la mochila de Facundo Astudillo Castro (22) fue dañada cuando se encontraba en uso. “Eso nos lleva a sospechar que pudo haber sido torturado o vejado”, dijo el abogado Luciano Peretto al revelar una de las últimas incorporaciones a la causa en la que se investiga la desaparición forzada del joven.
“Las lesiones se produjeron con un elemento cortante y con un foco ígneo o térmico, dice el reporte. Pero lo más importante es que sostiene que ocurrieron cuando las ropas estaban colocadas”, agregó el letrado. Precisó que no se halló ningún orificio de salida en los tramos dañados de la vestimenta que llevaba el chico el 30 de abril de 2020 cuando partió de Pedro Luro.
Peretto reveló que los daños y faltantes fueron advertidos el mismo día de su hallazgo, casi un mes después de la aparición del cuerpo de Facundo en un cangrejal cercano a Bahía Blanca. Dentro de la mochila había una gorra, una remera y un pantalón de jogging, con el que fue retratado junto a un patrullero, en el acceso a Mayor Buratovich, el mismo día de su partida.
“Fuimos muy prudentes al no detallarlo en su momento, pero ahora hay información en la causa que lo hace muy relevante”, agregó el abogado. Anticipó además que junto a su socio Leandro Aparicio pedirán una prueba ampliatoria para determinar qué elementos podrían haberse utilizado sobre la ropa para dañarla del modo en el que se la encontró.
“Si bien somos cautelosos, se trata de un elemento que, una vez más, echa por tierra cualquier hipótesis que no sea la de un hecho criminal”, opinó Peretto. La muerte accidental del joven, en el mismo sitio en el que fue hallado su cuerpo esqueletizado el 15 de agosto de 2020, viene siendo sostenida por la jueza del caso María Gabriela Marrón, recusada por la fiscalía y la querella.
“La de la ropa trata de una prueba confirmatoria de la desaparición forzada y la violencia que tiñó las últimas horas de Facundo”, agregó al abogado al comentar el último informe incorporado al expediente. El reporte fue entregado en mano por los fiscales Andrés Heim, Horacio Azzolin e Iara Silvestre a su mamá, Cristina Castro.
“Mi hijo media 1,60 y pesaba 45 kilos. Sin embargo, le hicieron de todo. Quemaduras, torturas y flagelaciones. Quiero que vayan todos presos”, dijo la mujer en un video de Instagram junto a una mamá cuyo hijo fue asesinado en la masacre de Wilde. “Estamos en una cúspide probatoria que nos hace entender que la única salida es la imputación y la detención”, opinó a su lado Peretto.
Más allá de las sospechas de la familia sobre el rol de los policías que estuvieron y dicen haber estado con Facundo el 30 de abril de 2020, ninguno de ellos aún ha sido imputado. Igualmente, a principios de año, Mario Gabriel Sosa, Jana Curuhinca, Siomara Flores y Alberto González nombraron a un abogado que tiene acceso al expediente y los asesora.
“Las pruebas son por demás llamativas y escalofriantes”, describió Peretto, quien añadió que se aguarda el resultado de las pericias que aún se realizan a los últimos tres teléfonos secuestrados a los policías. Tampoco pierde las esperanzas de recuperar información de los dos aparatos de Facundo, que estaban, mojados y deteriorados, dentro de la mochila.
“El 1° de mayo, al día siguiente de la partida de Facundo, uno de esos dos teléfonos se activó en el centro de Bahía Blanca, rebotó en una antena y se apagó definitivamente. Luego, fue encontrado dentro de la mochila cerrada, junto al pantalón y el resto de la ropa”, recordó el abogado.
Dijo también que resta conocer el resultado de las muestras hemáticas halladas, a través del uso de luminol, en los fondos del destacamento policial de Teniente Origone. “La prueba dio resultado positivo, pero aún no sabemos si se puede rescatar ADN humano y si se corresponde con el de Facundo”, mencionó Peretto.
En ese lugar, el 31 de julio de 2020, fue hallado un amuleto que Facundo llevaba siempre consigo. Se trata de una cajita de madera, con forma de sandía, que tenía en su interior una vaquita de San Antonio, regalo de su abuela. Uno similar tienen sus dos hermanos.
Otra pericia reciente determinó compatibilidad entre el collar que usaba Facundo y el trozo de piedra turmalina hallado en el interior del patrullero que conducía González. En ese vehículo también se encontró un pelo cuya estructura de ADN remite a la del chico.
“No hay nada que haya desvirtuado la primera hipótesis con la que trabajamos, que es la desaparición forzada seguida de muerte. Estamos en el momento más importante de la investigación, a partir de esta serie de hechos objetivos, científicos”, analizó Peretto. Ahora espera que esa circunstancia se traduzca en acciones dentro de la causa.
“Obliga a la investigación judicial a precipitar los tiempos y empezar a hablar de definiciones”, dijo, en referencia a una posible imputación de la desaparición a los policías sospechados. Mientras los fiscales Heim y Azzolin no dan pistas sobre sus próximos pasos, se limitan a dejar trascender que esperan una respuesta favorable al planteo de recusación de la jueza Marrón elevado a Casación.
Allí llegaron, por vía de queja, luego del rechazo de los recursos presentados contra la magistrada ante la Cámara Federal de Bahía Blanca. Los investigadores y los querellantes coinciden en que la titular del juzgado 2 bahiense perdió la imparcialidad y se entrometió en la labor de la fiscalía, al incluir en la causa un informe del Instituto Argentino de Oceanografía (IADO).
El reporte va en línea con la hipótesis del accidente, a lo que habría contribuido la geografía cambiante del lugar. Para los investigadores, sin embargo, el trabajo no fue solicitado por ellos y carece de rigor científico, por lo que lo consideran nulo, argumento que no fue compartido por los camaristas federales bahienses.
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