Una nueva: farmacia de caramelos causa polémica
Se trata de un negocio en el barrio de Palermo que vende caramelos en forma de medicamentos. Los especialistas aseguran que puede ser nocivo para los niños.
Se abrió la polémica por una tienda de golosinas que vende caramelos en forma de remedios. Los especialistas afirman que puede generar problemas y confusión en los niños.
"Dr. Candy" reza el cartel del local ubicado en el barrio de Palermo inaugurado en julio del 2011. Dentro del negocio, hay caramelos y demás golosinas, con forma de medicamentos y en envases que simulan pastilleros, botiquines y demás frascos de boticarios.
Hay setenta variedades de golosinas, gomitas de eucalipto hasta caramelos anisados y también bananitas, aros de manzana y gajitos ácidos. Según los dueños, que trajeron la idea desde España, la mayoría de los clientes son personas de entre 20 y 35 años de edad.
"La tienda es para divertirse y saborear. Cada persona elige el packaging en el que llevarán los dulces y después le pegan una etiqueta que indique el motivo por el cual comer esas golosinas", dice el responsable del negocio al diario Perfil.
"Para antes, durante, y después del sexo", "Controla los rulos rebeldes (pare de sufrizzzz)", o "Fórmula de sobrevivencia para padres en vacaciones", son algunas de las frases elegidas por los clientes para poner en el frasco.
Sin embargo, no todo lo que brilla es oro. La idea generó polémica en el ámbito de la salud. El Colegio Oficial de Farmacia y Bioquímica de la Capital Federal, dijo que presentarán una denuncia ante la Anmat ya que se "genera una idea confusa respecto de los medicamentos", dijo Rubén Sajem, vicepresidente del Colegio.
Luego el especialista agregó: "Recibimos quejas y denuncias de farmacéuticos. Se genera una confusión; además de atentar a la salud pública, se banaliza la idea de medicación".
Por su parte, Isabel Reinoso, presidente del Colegio de Farmacéuticos de Buenos Aires tampoco está de acuerdo con la golosina, ya que considera que de ésta forma se estimula el uso irracional de los medicamentos.
"Dr. Candy es peligrosísimo. En una sociedad donde hay tanta drogadicción no se puede jugar, sobre todo con niños y adolescentes, que están armando su subjetividad", concluyó Reinoso.
Desde Dr. Candy se defienden diciendo que el producto está destinado al público adulto y no a los niños.