Una nena de 12 años fue mamá: su novio tiene 21 y su familia está contenta
Ella todavía no es una señorita, pero dio a luz, fruto de amor con su pareja, un adolescente que sobrevive de changas en la ciudad de Rosario.
El parto, por cesárea y con nueve meses de gestación, se concretó el viernes a las 4:40 cuando Brisa nació con 3,100 kilos en el hospital del Centenario y convirtió a Analía, de apenas 12 años, en mamá.
Pese a la polémica que rápidamente se generó, la abuela materna de la bebé, Rita Rufino, de 55 años, viuda, vecina de Carcarañá y que trabaja como cuidacoches, no mostró ningún prejuicio.
"¿Por qué a ustedes les parece tan raro que mi hija haya tenido un bebé?", respondió ante una consulta del diario La Capital de Rosario esta mujer madre de ocho hijos (el primero lo tuvo a los 15), abuela de 28 nietos y bisabuela por duplicado.
Según datos difundidos por el periódico, desde 1995, sólo en las dos maternidades municipales, se realizaron 6.500 partos (el 42 por ciento del total en Rosario).
De ese caudal, el 28 por ciento corresponde a partos de adolescentes menores de 19 años y el 1,4 por ciento a menores de 14.
La directora del hospital, Isabella Ceola, aseguró que tanto la madre como la beba estaban en "muy buen estado" y que se realizó cesárea por una decisión multidisciplinaria y en conformidad con la parturienta.
"Ella se hizo todos los controles en Carcarañá y su caso estaba conectado al servicio. Nació aquí porque se consideró que el parto podría tener algún riesgo por la edad de la paciente y otras cuestiones clínicas, pero todo salió bien", sostuvo la médica.
Desde hace un año Analía está de novia con Eduardo, de 21 años, que sobrevive de changas. Ambos viven en la casa de Rita, la abuela de esta historia, en una precaria vivienda de un ambiente con baño y terreno.
"Yo me dedico a la seguridad de coches, de 9 a 12, de lunes a viernes, y los sábados y domingos estoy unas dos horas en la puerta de la iglesia católica de Carcarañá. Con lo que gano vivo yo y un poco todos. Yo malcrío bastante a mis hijos y a mis nietos, les doy todo lo que puedo. Ya vi el regalo de Brisa, por ejemplo, como seré la madrina le compraré un vestidito blanco con capelina que vi frente a la plaza Sarmiento, para que luzca en el bautismo", contó la mujer.
Admitió que cuando se enteró que Analía estaba embarazada se preocupó pero no la retó. "Siempre quise que mis hijas sigan adelante con sus embarazos. Pero ya estuvimos hablando con ella: cuando le den el alta y pueda se colocará un DIU. También hablamos de la escuela, querría que la termine ya que abandonó en quinto grado. Me prometió que va a retomar. Todos la vamos a ayudar en casa", aseguró.
Pese a la polémica que rápidamente se generó, la abuela materna de la bebé, Rita Rufino, de 55 años, viuda, vecina de Carcarañá y que trabaja como cuidacoches, no mostró ningún prejuicio.
"¿Por qué a ustedes les parece tan raro que mi hija haya tenido un bebé?", respondió ante una consulta del diario La Capital de Rosario esta mujer madre de ocho hijos (el primero lo tuvo a los 15), abuela de 28 nietos y bisabuela por duplicado.
Según datos difundidos por el periódico, desde 1995, sólo en las dos maternidades municipales, se realizaron 6.500 partos (el 42 por ciento del total en Rosario).
De ese caudal, el 28 por ciento corresponde a partos de adolescentes menores de 19 años y el 1,4 por ciento a menores de 14.
La directora del hospital, Isabella Ceola, aseguró que tanto la madre como la beba estaban en "muy buen estado" y que se realizó cesárea por una decisión multidisciplinaria y en conformidad con la parturienta.
"Ella se hizo todos los controles en Carcarañá y su caso estaba conectado al servicio. Nació aquí porque se consideró que el parto podría tener algún riesgo por la edad de la paciente y otras cuestiones clínicas, pero todo salió bien", sostuvo la médica.
Desde hace un año Analía está de novia con Eduardo, de 21 años, que sobrevive de changas. Ambos viven en la casa de Rita, la abuela de esta historia, en una precaria vivienda de un ambiente con baño y terreno.
"Yo me dedico a la seguridad de coches, de 9 a 12, de lunes a viernes, y los sábados y domingos estoy unas dos horas en la puerta de la iglesia católica de Carcarañá. Con lo que gano vivo yo y un poco todos. Yo malcrío bastante a mis hijos y a mis nietos, les doy todo lo que puedo. Ya vi el regalo de Brisa, por ejemplo, como seré la madrina le compraré un vestidito blanco con capelina que vi frente a la plaza Sarmiento, para que luzca en el bautismo", contó la mujer.
Admitió que cuando se enteró que Analía estaba embarazada se preocupó pero no la retó. "Siempre quise que mis hijas sigan adelante con sus embarazos. Pero ya estuvimos hablando con ella: cuando le den el alta y pueda se colocará un DIU. También hablamos de la escuela, querría que la termine ya que abandonó en quinto grado. Me prometió que va a retomar. Todos la vamos a ayudar en casa", aseguró.