Una mujer fue secuestrada y violada por un hombre que conoció en un boliche de Rosario: la hallaron gracias a una foto
“Cualquier cosa, estoy con éste”, le había advertido la víctima a una amiga. Estuvo desaparecida más de dos días.
Una mujer de unos 30 años vivió un calvario este fin de semana después de haber ido a bailar con una pareja amiga a un boliche de la ciudad de Rosario. Le perdieron el rastro durante más de 48 horas, pero una foto sacada al azar la salvó de una suerte todavía peor.
El punto de encuentro era “La Cautiva”, sobre la calle San Nicolás al 2200. Allí fue donde el grupo de amigos conoció a Gregorio Edgardo Urraco, un hombre de aproximadamente 60 años, con anteojos y canoso que, en cuanto la vio, se acercó a la víctima y la sacó a bailar.
Un rato después, Urraco ya se había sentado en la mesa de los tres amigos y tras pagarles varias rondas de cerveza se ofreció a llevarlos a cada uno a su casa con su auto. Todos aceptaron, y cayeron en su trampa.
El agresor se aseguró de dejar a la pareja primero en su domicilio y dejó para el final a la víctima que, antes de que se bajara del coche su amiga, le dio la imagen que el fotógrafo del boliche le había sacado a ella junto a Urraco. “Cualquier cosa, estoy con éste”, le advirtió un poco en chiste y un poco en serio.
La joven no llegó a su casa esa noche. Recién el sábado después del mediodía, tras ser violada toda la noche y en un descuido de su captor, pudo llamar a su amiga. “Ayúdenme, no sé dónde estoy”, “No me llamen”, “Este hombre no me quiere llevar a Rosario”, fueron algunas de sus palabras atropelladas ante el terror de que Urraco la descubriera. “Todo el tiempo me quiere cog...”, añadió.
La pareja amiga de la víctima fue a la Comisaría 15° a hacer la denuncia y entregó como prueba los mensajes que ella les había mandado y la foto tomada en el boliche junto al violador.
Horas más tarde, la Agencia de Investigación Criminal de Santa Fe logró identificar al presunto secuestrador y obtener su dirección. Los efectivos se presentaron en casa, en el departamento de San Lorenzo, y lo trasladaron esposado a la comisaría. El caso es investigado por la fiscal Noelia Riccardi de la Unidad de Delitos Contra la Integridad Sexual, quien imputó a Urraco de abuso sexual y privación ilegítima de la libertad.
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