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Una mano sin pudor

Valeria Mazza y su marido se mostraron extremadamente apasionados en medio de unos días de relax, y ni siquiera les importó los fotógrafos.

Fue una invitación por partida doble la que recibieron Valeria Mazza (40) y Alejandro Gravier (49).
Por un lado, viajar a Taormina, Sicilia, para participar en el 58o Festival de Cine de la ciudad y, por el otro, tener unos días de relax e intimidad sin la compañía de sus hijos, Balthazar (12), Tiziano (9), Benicio (7) y Taína (3). En el evento, el matrimonio compartió la "red carpet" con personalidades y famosos del mundo entero. Sophia Loren, Madeleine Stowe, Ornella Mutti , Ivana Trump y la argentina Lola Ponce, fueron algunas de las figuras presentes.

Casados desde hace catorce años, la modelo y el empresario aprovecharon un break en la agenda del festival para descansar en las cálidas playas de Taormina.

Con bikini negra, Valeria demostró que, a sus 40 años y tras ser madre de cuatro niños, aún mantiene su considerable figura, distribuida en su 1,78 metro de estatura. En composé con su esposa, también, Alejandro eligió un traje de baño negro.

La llama de la pasión se mantiene tan ardiente como el día en que cruzaron sus miradas por primera vez. Pícaro, Gravier aprovechó que su mujer se estaba pasando una crema protectora contra los rayos del sol, para acercarse y ayudarla en la grata tarea y, de paso, prodigarle unos mimos. Muy concentrado en su tarea (para evitar quemaduras), Alejandro protagonizó. El calor impiadoso del verano siciliano pronto mostró sus garras y Valeria decidió darse un chapuzón en el Mediterráneo para refrescarse junto a un amigo que los acompañaba.

Mundanos, la modelo y el empresario pasan sus días entre la calidez del verano europeo y, en pocos días, seguramente partirán a disfrutar de los deportes invernales en la Patagonia argentina.