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Una investigadora cordobesa se alimentó con la Canasta Básica durante tres meses y bajó 5 kilos

Se trata de Florencia Demarchi, que era voluntaria en el proyecto Czekalinski y tuvo que abandonarlo por haber llegado “al límite” de su peso. La investigación busca analizar el valor nutritivo de la canasta que mide el Indec y su impacto sobre la salud.

Después de alimentarse sólo tres meses con los productos asignados a la Canasta Básica del Indec -el índice con el que se determina quién es pobre o indigente en el país-, una joven cordobesa debió abandonar su participación en la investigación debido a que bajó cinco kilos y alcanzó el límite de su peso. Se trata de Florencia Demarchi, una de las voluntarias del proyecto Czekalinski, que busca analizar

No lo percibía, pero la gente me veía la cara, los brazos: se notaban los huesos. No podía perder más peso sin que se comprometiera mucho mi salud y hubo que dejar", reconoció Florencia en diálogo con el diario La Voz. La joven nutricionista pesaba 60 kilos al momento de comenzar la investigación y bajó cinco en sólo tres meses. "Ahora estoy emocionalmente más tranquila. Me bajó el nivel de ansiedad. Físicamente aún no. Estoy durmiendo mejor y empecé a comer bien; siento más distensión abdominal, pero es porque me tengo que volver a adecuar a lo de antes".





Su corta participación en el estudio, la ayudó a "sensibilizarse". "Entender que una necesidad básica, si no está satisfecha, no te deja ni desarrollarte. Este proyecto permite sensibilizar sobre eso, es como abrirnos a un mundo paralelo al que vivimos", aportó.

El cuerpo de Florencia no fue el único que no pudo soportar alimentarse con la Canasta Básica. Lo mismo le sucedió a una de sus compañeras, Claudia Albrecht. "En estos tres meses, las sensaciones fueron muchas y fueron mutando. Tristeza, frustraciones, bronca, aburrimiento, dolor; pero ninguna partía desde el hambre. Comer pan todo el tiempo es aburrido, comer todo blanco es aburrido. Querer pizza y tener arroz te da un poco de bronca. Pensar todo el tiempo qué poder comer mañana es triste. Sentirte limitado, no poder elegir te enoja. Verte en desigualdad frente al que sí puede elegir, también te enoja. Pensar que eso es el día a día de 17.630.387 personas, duele", escribió en una columna, también publicada por el diario La Voz.

"Bajaron de peso bruscamente en el segundo mes y se estabilizaron en el tercero. Las densitometrías corroboraron un descenso de masa grasa. En el caso de Florencia, por ejemplo, hubo aumento de creatinemia y descenso de magnesio, ferritia, ácido fólico, B12 e insulina", detalló Matías Scavuzzo, uno de los coordinadores del equipo de nutrición que lleva adelante la investigación.



















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