Una idea poco brillante: el auto-pileta que enloqueció a un policía
Unos muchachos se pasaron de mambo. Una cosa es estar acalorado y otra es salir a pasear con un auto-pileta por las calles de la ciudad.
Cansado, harto de soportar el terrible calor del verano, un conductor de 27 años de Eibenstock, Alemania, tuvo la idea poco brillante de transformar su BMW convertible –no estamos hablando de autitos baratos- en una pileta móvil, sellando completamente la cabina del acompañante y llenándola con agua.
Una pileta con ruedas no suena nada mal, pero para desgracia de su creador, la policía local no pensaba lo mismo. El conductor pirucho y tres amigos tuvieron problemas el domingo pasado cuando estaban manejando su extravagante vehículo por las calles de la ciudad y pasaron cerca de un poli en moto que comprobó que el auto-pileta no tenía patentes a la vista y ninguno de ellos manejaba en el asiento delantero.
Así que siguió al sospechoso convertible por Eibenstock y notó algo muy raro: cada vez que el auto tomaba una curva, salía agua del vehículo. Luego de una breve persecución, el BMW paró en un estacionamiento y los pasajeros, que estaban vestidos solo con trajes de baño, corrieron y se arrojaron al río Mulde. Cuando se acercó al auto, que ya estaba vacío, el policía descubrió que la máquina había sido convertida en una pileta con ruedas. El interior había sido sellado, pintado de azul y llenado con agua. Los costados de la "pileta" habían sido revestidos con placas de madera, el volante estaba cubierto con rafia, y cerca del dispositivo de arranque había un contenedor para botellas de cerveza.