Policiales
Una en la panadería y otra en el cotillón: qué estaban haciendo en la cárcel las asesinas de Lucio Dupuy cuando les leían el veredicto
Las asesinas del nene no vieron la lectura del fallo y sólo les pasaron una copia del escrito.
La madre de Lucio Dupuy, Magdalena Espósito Valenti y su novia Abigail Páez se enteraron que habían sido condenadas por el crimen del nene, mientras realizaban talleres en la Unidad Penitenciaria Nº 1 de San Luis, a más de 500 km de los Tribunales de Santa Rosa, La Pampa.
Ambas decidieron no presenciar el veredicto este jueves en los tribunales pampeanos, a diferencia de las audiencias anteriores, por temor de su seguridad. Tampoco quisieron conectarse a la audiencia a través de Zoom.
Un empleado judicial les comunicó que el Tribunal de Audiencia de La Pampa, compuesto por Daniel Saez Zamora, Andrés Olié y Alejandra Ongaro, las había condenado por homicidio agravado y además a Páez por abuso sexual gravemente ultrajante.
La defensora oficial María Silvina Blanco, quien representa a Páez, dijo a Clarín que las condenadas "estuvieron trabajando este jueves, como cualquier otro día", ya que hacen talleres de cotillón y en la panadería. Asimismo, tuvieron acceso a una copia del veredicto.
A su vez, reveló que las demás presas que se encuentran alojadas en el Centro de Detención de la provincia de San Luis están muy enojadas por esta situación de privilegio que viven las condenadas.
Pese a que fueron trasladadas al penal de San Luis -ubicado sobre la Ruta 146, al kilómetro 8- para más seguridad que en La Pampa, las presas amenazaron de muerte a Páez y a Espósito. Por eso, la cárcel tuvo que mejorar las medidas de seguridad en el pabellón de mujeres, que es la unidad 4.
El descontento por parte de las otras reclusas es porque sostienen que ambas tienen privilegios, mientras que su entorno niega esa situación. Y aunque están en celdas individuales, la familia Dupuy busca que cumplan la condena en distintas prisiones.
Por formalismos, el tribunal pampeano no anunció la pena que recibirán, aunque los delitos por los cuales están condenadas prevé la prisión perpetua. Recién el 13 de febrero, a las 8, lo comunicará.
En San Luis, las condenadas recibieron la visita de sus madres. También vieron al resto de sus familias durante el juicio oral que se desarrolló en Santa Rosa. "Cuando vino a declarar la vimos un rato, pero no pudimos hablar porque estaba la policía pegada a ella", cuenta el entorno de una de las asesinas.
La mamá de Páez la visitó en dos oportunidades en el penal de San Luis con una diferencia de siete meses entre ambas. Abigail suele llamar a su familia a través de los teléfonos públicos. Tras el veredicto no se comunicó.
"Hablé con Páez el día del veredicto y también este sábado. Ella es bastante verborrágica, tiene miedo por su familia, por informaciones falsas que aparecen en los medios... Ella y Magdalena está muy conformes con su vida en el penal. Están en celdas individuales, pero en un espacio común donde hay otras presas en otras celdas", detalló Blanco, quien defenderá a Abigail hasta que la sentencia quede firme, a no ser que la acusada decida poner un abogado particular. Espósito también tiene un defensor oficial, el abogado Pablo Andrés De Biasi.
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