Una de las familias alemanas más ricas se enteró de su pasado nazi y prometió donar millones de dólares
La familia Reimann, segunda más rica de Alemania, posee un patrimonio de 38.000 millones de dólares. Pero en el pasado fueron aliados del nazismo.
Durante el nazismo se registraron casos de violencia y abusos contra trabajadores forzados en los talleres y la residencia privada de una de las dinastías empresariales más famosas de Alemania, según difundió este domingo el periódico Bild am Sonntag.
Se trata de Albert Reimann padre e hijo, nazis convencidos y antisemitas que sacaron fuerte provecho de la Segunda Guerra Mundial, de acuerdo con las pesquisas realizadas por el rotativo.
La dinastía de empresarios Reimann es considerada una de las familias más ricas de Alemania y cuenta con numerosas participaciones en empresas que poseen conocidas marcas mundiales.
Allegados a los herederos Reimann confirmaron hoy el reporte y señalaron que hace tres años fue encomendada a un historiador independiente la investigación completa del capítulo nazi de la historia de la empresa.
"Estamos aliviados de que esto haya salido ahora a la luz", dijeron al ser consultados.
Peter Harf, presidente del holding familiar JAB y confidente de la familia, declaró al dominical: "Reimann senior y Reimann junior fueron culpables. Ambos empresarios violaron la ley y en realidad deberían haber ido a la cárcel".
Albert Reimann senior murió en 1954 y su hijo en 1984.
El historiador económico Paul Erker, de la Universidad de Múnich, presentó hace pocas semanas el resultado provisional de sus investigaciones a cuatro hijos de los Reimann y a un nieto, así como a él mismo, comentó Harf.
"Cuando el profesor Erker presentó su reporte nos quedamos mudos. Nos avergonzamos y nos pusimos blancos como el papel. No hay nada que disimular. Estos crímenes son repugnantes", manifestó.
Al citar cartas y documentos de archivo, Bild am Sonntag dijo que Reimann senior fue un donante voluntario de las SS de Hitler desde 1931.
Su compañía fue considerada en 1941 como una firma "crucial" en la guerra, ya que producía artículos para la Wehrmacht, las fuerzas armadas unificadas de la Alemania nazi desde 1935 a 1945, y para la industria de armamentos.
En 1943 la compañía usó hasta 175 trabajadores forzados y empleaba a un capataz que era conocido por su trato cruel hacia los trabajadores.
Harf anunció que se donarán 11,3 millones de dólares a una organización aún por determinar. Se prevé que los resultados de estudio sobre el pasado nazi de la empresa sean presentados el año próximo.
Los orígenes de esta dinastía se remontan a mediados del siglo XIX, cuando Johann Adam Benckiser y Karl Ludwig abrieron en Ludwigshafen una fábrica química.
Por eso la familia aún cuenta con una participación en la empresa de bienes de consumo masivo Reckitt Benckiser, que fabrica productos como el detergente para lavavajillas Calgon o las cremas de limpieza facial Clearasil.
A la cartera de empresas pertenece también la compañía estadounidense de cosmética Coty, con marcas de perfumes como Calvin Klein y Gucci.
Por eso la familia aún cuenta con una participación en la empresa de bienes de consumo masivo Reckitt Benckiser, que fabrica productos como el detergente para lavavajillas Calgon o las cremas de limpieza facial Clearasil.
A la cartera de empresas pertenece también la compañía estadounidense de cosmética Coty, con marcas de perfumes como Calvin Klein y Gucci.