Una ciudad también para las motos
Las urbes argentinas deberán encontrar los diseños de políticas que contengan a estos vehículos, que se han convertido en un elemento indispensable para el ejercicio del trabajo y la vida social.
Para este año, las ensambladoras y concesionarias de motos de la Argentina prevén vender 700 mil unidades en todo el país. Y para el año próximo, la proyección alcanza al millón de vehículos. En Córdoba, se calcula que a fin de año habrá 400 mil de estos vehículos.
Es que estos rodados, en especial los de cilindradas más pequeñas, concentran el mayor número de patentamientos, pues esas unidades se han convertido en las "motos de trabajo".
Son usadas por trabajadores de bajos y medianos recursos y por quienes no tienen un servicio de transporte público de pasajeros en horario y con las frecuencias necesarias para cumplir con las exigencias laborales. Hoy es común ver, en los playones de estacionamiento de obras en construcción y fábricas, cientos de motos, que reemplazaron a las tradicionales bicicletas.
En Córdoba, se patentan 1.600 motos por mes, según datos de la Asociación de Concesionarios de Automotores de la República Argentina (Acara), que admite que uno de los principales problemas del mercado es la conducción insegura.
Este hecho queda patentizado en el registro de atenciones del Hospital de Urgencias de la ciudad de Córdoba, donde se asiste a 26 motociclistas en promedio por día. El problema no es sólo el conductor herido sino también los efectos colaterales en las tareas de la Justicia y de la Policía. Estas instituciones deben disponer recursos para que cumplan con los procedimientos legales y de cuidado de los bienes involucrados en cada hecho. Y cuando se destinan ingentes recursos para un sector social, faltarán para otras necesidades.
Las políticas de seguridad vial aplicadas en el país han reducido el número de muertos en los últimos tres años, según un reciente informe de la Agencia Nacional de Seguridad Vial. La cifra de víctimas disminuyó en relación con el parque de vehículos, que tuvo un fuerte crecimiento, aunque la Argentina permanece entre los cuatro países latinoamericanos de mayor cantidad de muertes en siniestros en la vía pública.
Un dato que interesa es que la participación de motos en esos hechos va en aumento. Por ello, el diseño de las futuras políticas de seguridad vial deberá atender como problemas principales el exceso de velocidad, la alcoholemia y la falta de uso del cinturón de seguridad y de cascos, que son las causas principales en los siniestros.
No sólo se requiere más educación, control y sanción en la conducción vial, sino también el diseño de espacios para la circulación de las motos, que tienen sus propios riesgos. Córdoba deberá encontrar en las autoridades que asumirán el 10 de diciembre los diseños de políticas que contengan a esos vehículos, que se han convertido en un elemento indispensable para el ejercicio del trabajo y de la vida social. Lo contrario supondrá seguir gastando millonarios recursos en asistencia médica, jurídica y de seguridad para un fenómeno que no para de crecer.