Una amiga de Ana Frank cuenta cómo fueron los últimos días de la niña que conmovió al mundo
En el escondite de su casa de Amterdam, Holanda, Ana escribió en su diario sin saber que sus relatos sobre la ocupación nazi se leerían en todo el mundo.
Ana Frank era sólo una adolescente cuando se tuvo que esconder con su familia en la parte de arriba de su casa de Amsterdam, Holanda. Permaneció allí mucho tiempo pero antes de que termine la guerra fue descubierta y enviada a los campos de concentración. Allí se encontró con una amiga, sobreviviente, que ahora cuenta cómo fueron los últimos días de Ana.
En un documental de National Geographic Channel emitido ayer Hannah Pick-Goslar amiga de la infancia de Ana relató qué recuerda de sus días en el campo de concentración Berger Belsen, donde también estaba Ana. "Podría haber sido una gran escritora" pero antes de morir de tifus en marzo de 1945 éramos "esqueletos".
"Fuimos juntas a la escuela y pasábamos juntas las vacaciones. Íbamos los domingos a la playa", describió Pick-Goslar.
Y continuó: "No era la misma chica jovial que conocí en Amsterdam, tenía miedo, fue horrible. Me preguntó si podía ayudarla con comida, y le dije que no teníamos más que ellos. Pero, por primera vez en todo el período, recibimos dos paquetes de la cruz roja. Muy pequeños, como un libro, y dejé algo. Le dije que regresara a los pocos días. Todos me dieron pasas secas y un poco de comida, azúcar. Regresé al cerco y, cuando escuché a Ana, estaba oscuro. Le dije que tuviera cuidado y lancé el paquete. El cerco era alto, la noche oscura, otra mujer hambrienta tomó el paquete. Así que le prometí que intentaríamos regresar. Solo nos reunimos tres veces. La siguiente, atrapó el paquete, pero fue la última vez que pudimos hablar".
"Ana no sabía que su padre estaba vivo, si lo hubiera sabido quizás hubiese tenido un poco más de fuerza. Estaba llena de vigor, era una escritora talentosa, una persona maravillosa", finalizó Hannah.