Un sobre de terciopelo y una llave: las claves para la detención de la empleada de la pareja asesinada en Vicente López
Llevaba once años trabajando en esa casa. Será indagada acusada de haber sido la “entregadora”. La pareja se estaba por mudar. Los asesinos se llevaron dólares y joyas.
La escena no era la de un robo. Mucho menos la de un doble homicidio. Sí la de una mudanza, porque era lo que estaban proyectando José Enrique Del Río, de 74 años, y su pareja, María Mercedes Alonso, de 72. Esa decisión de dejar la casona de Melo al 1100, en Vicente López. habría precipitado el plan que ahora analizan los investigadores. El que tiene a la empleada doméstica bajo sospecha, acusada de haber "entregado" al matrimonio.
María Ninfa "Nina" Aquino Chamorro, de nacionalidad paraguaya y 64 años, quedó detenida el jueves por la noche en su casa de Pablo Podestá, en el partido bonaerense de Tres de Febrero. Será indagada acusada de partícipe necesario de doble homicidio criminis causa y robo.
Llevaba once años trabajando en la casa de los Del Río.
"Todo estaba muy ordenado, había muchas cajas, todo listo para una mudanza. Pero los sillones de la sala estaban patas para arriba, ese detalle sí podría haber sido advertido por la empleada. Y sin embargo no le pareció raro. El otro punto fundamental es que los ladrones fueron a buscar a dos lugares bien específicos: una caja fuerte y otro lugar al que sólo se podría llegar con un buen conocimiento de la casa", cuenta un investigador a Clarín, además de referir que se llevaron gran cantidad de dinero y joyas.
El matrimonio fue encontrado asesinado a balazos en el garaje de la casona, por la propia empleada. Eran las 7 de la mañana de este jueves. Aunque los sillones estaban patas para arriba y eso hubiese sido suficiente para alimentar la sospecha, Aquino primero le mandó un mensaje a la enfermera que habitualmente iba a la casa a atender al matrimonio.
"La mucama le mandó un mensaje a la enfermera, decía que tenía temor porque los patrones no se levantaban a desayunar. Pero eso lo podría haber chequeado con sólo llamarlos con un grito o subir a la habitación en el primer piso, que de hecho tenía la puerta abierta", agrega la fuente.
A esa altura la pareja ya había sido asesinada a balazos dentro del Mercedes Benz E350 Avantgarde de ambos en el garaje de la casa. Casi una hora después de haber llegado, la propia empleada los encontró, llamó a la Policía y enseguida llegó el SAME.
El hombre, un policía federal retirado y abogado jubilado, tenía tres disparos en el cuerpo, y su esposa presentaba una herida de bala en la nuca. Ambos estaban dentro del auto con los cinturones de seguridad colocados, la mujer del lado del volante y su marido en el asiento del acompañante.
Además de abogado jubilado, los voceros indicaron que Del Río tuvo un breve paso por la Policía Federal Argentina (PFA), tenía una relación comercial con una empresa de seguridad privada y era propietario de playas de estacionamiento en la ciudad de Buenos Aires.
Ninfa Aquino tuvo varias contradicciones en su declaración y, en el allanamiento a su casa, donde además fue detenida, se encontró un sobre de terciopelo (tipo monedero), propiedad de Alonso, donde guardaba la llave de la caja fuerte de la casona de Melo al 1100.
Al revisar su celular, además de ver el mensaje que le había mandado a la enfermera del matrimonio, hallaron fotos de la caja fuerte. Se las había enviado a sus hijos. Otro punto clave.
Los forenses que revisaron los cadáveres advirtieron que Del Río presentaba un balazo en la zona de la clavícula, otro en el intercostal derecho y el restante en una pierna, mientras que su esposa, un tiro en la nuca.
Desde el principio, los investigadores avanzaron con la hipótesis de un doble asesinato ligado a un robo. Y constataron que ninguno de los accesos a la vivienda presentaba señales de haber sido violentado.
Si bien la casa tenía cámaras de seguridad no solo en el ingreso sino también en varios de los ambientes, el o los delincuentes que concretaron el crimen se llevaron el disco rígido en el cual quedan registradas las imágenes.
La causa está a cargo del fiscal de turno Martín Gómez, de la Unidad Funcional de Instrucción (UFI) de Vicente López Este, pero ante la posible complejidad del caso, el fiscal general de San Isidro, John Broyad, decidió sumar para la investigación a un segundo fiscal del mismo distrito, Alejandro Musso.
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