Un siglo del detonante de la Primera Guerra Mundial: la primera matanza
El 28 de junio de 1914, clave para comenzar la guerra con el asesinato del Archiduque Francisco Fernando.
Hoy se cumple un siglo del detonante inicial para el comienzo de la Primera Guerra Mundial. El 28 de junio de 1914, un joven nacionalista serbio, Gavrilo Princip, mató a balazos al príncipe heredero del Imperio Austro-húngaro, Francisco Fernando, y fue el motivo para que toda Europa se declarara la guerra.
Un día como hoy, pero hace cien años, Europa estaba sumergida en una paz armada. Los nacionalismos y las rivalidades económicas de los Imperios estaban en su punto máximo, esperando un detonante para empezar un conflicto armado. El asesinato de Francisco Fernando fue tomado como tal para empezar una de las guerras más mortíferas de la humanidad.
Gavrilo Princip era integrante de un grupo nacionalista serbio, La Mano Negra. Austria-Hungría tenía dentro de sus fronteras varias nacionalidades diferentes en un momento que el sentimiento de pertenencia nacional era muy fuerte. Además, las condiciones económicas impuestas por los grandes imperios fueron otro de los motivos para el comienzo de una guerra mundial.
Francisco Fernando viajó a Sarajevo, actual Bosnia-Herzegovina y anterior provincia austro-húngara, y sufrío un atentado, cuando un compañero de Princip lanzó una bomba al coche imperial, pero que no afectó al príncipe. Minutos más tarde, el joven serbio atacó a los tiros al heredero y a su esposa, que murieron minutos más tarde.
Este hecho desencadenó que Austria-Hungría lanzara un ultimátum a Serbia. Un mes más tarde, el Imperio Austrohúngaro le declaró la guerra a Serbia. Rusia le declaró la guerra a Austria-Hungría en su carácter de defensora de los pueblos eslavos. Alemania defendió a Austria-Hungría por un pacto anterior y declaró la guerra a Rusia, lo que provocó que Inglaterra y Francia le declararan la guerra a Alemania, por el pacto de la Triple Entente. El escenario estaba listo.
La guerra duró desde el 28 de julio de 1914 al 11 de noviembre de 1918. Fue el primer conflicto armado que alcanzó el nivel mundial, con el ingreso de Estados Unidos, la participación de Japón y la guerra en Asia, el Imperio Otomano contra las colonias francesas y británicas, y en la África repartida a placer por las potencias europeas.
Fue la primera guerra que contó con la aviación como un objeto para la guerra. Hubo luchas en los mares y en el plano terrestre se utilizó la guerra de trincheras. Fue una guerra de desgaste, con pocos avances territoriales, pero con muchos tecnológicos: se crearon las ametralladoras, los gases venenosos, los tanques. Estas armas fueron las más mortíferas de su tiempo.
En medio de la guerra hubo un suceso que fue una luz de esperanza: la tregua de Navidad en 1914. Cuando las tropas alemanas, inglesas y francesas confraternizaron y pasaron la fiesta juntos. Sin embargo, los altos mandos se encargaron que ese "reblandecimiento" no sucediera en los años posteriores.
La Primera Guerra Mundial fue una de las guerras más mortíferas: más de 10 millones de personas perdieron la vida y fue la caída de los grandes imperios europeos: el ruso, el alemán, el austrohúngaro y el otomano. El tratado de paz de Versailles fue el inicio de una paz que solo duraría 20 años y sería, sin saberlo, el desencadenante de la peor guerra de la humanidad: la Segunda Guerra Mundial.