Un salteño tuvo un ACV en Bolivia y no lo atendieron por ser argentino
Orlando Ibañez viajó para la peregrinación de la Virgen de Urkupiña y ahí se descompuso. Tuvo que vender el auto para pagar el tratamiento.
Para el año 2019, Orlando Ibañez decidió emprender viaje hacia Bolivia, junto a su familia, para participar de la histórica peregrinación de la Virgen de Urkupiña. Pero minutos antes de empezar la caminata todo se salió de control: el hombre sufrió un ACV y ningún hospital lo quería atender “por ser argentino”.
Así lo denunciaron su esposa, Nilda Ruiz, y su hija, Gabriela Ibañez. Apenas Orlando sufrió el accidente cerebro-vascular llamaron al servicio de emergencias para pedir una ambulancia, pero le mandaron un camión de bomberos con el que recorrieron varios hospitales públicos que no le abrieron las puertas.
En uno de los tantos hospitales, el conductor del camión bajó junto a la hija de Orlando para hablar con un médico, que le respondió que “no iban a sacar una persona de ellos para poner a un argentino”, según el relato de la hija de Orlando.
La situación empeoró cuando el hombre de más de 50 años tuvo un paro cardíaco adentro del camión, lo que llevó a la familia a tomar la decisión de trasladarlo a una clínica privada de Bolivia, a pesar de los altos costos. Pero ahí también tuvieron problemas para poder tratar a su padre.
Gabriela cuenta lo que sucedió en la clínica: “Lo recibieron a mi papá y mientras a mi mamá le hicieron firmar un pagaré diciendo que tenían que pagar la internación y que lo iban a tener 12 horas. A mi papá lo pusieron en la terapia y, en total, gastamos $180 mil”.
Nilda Ruiz, la esposa de Orlando, contó que desde la clínica le pedían más dinero para que continúe en la sala de terapia intensiva. “El médico le dijo a mi mamá que, si no seguían pagando, mi papá se iba a morir ahí e íbamos a terminar pagando lo mismo para retirar el cuerpo”, relató Gabriela.
En la lluvia de problemas que tuvieron, la clínica de Bolivia les agregó otro: no querían pesos argentinos, querían dólares. Así lo cuenta la hija de Orlando: “Teníamos que mandar dólares porque no querían plata argentina. Así que tuvo que viajar mi hermana y llevar más dinero”.
Tres meses fue el tiempo que estuvo internado Orlando Ibañez en la clínica de Bolivia, hasta que la familia pudo conseguir que regrese -ya estabilizado- en un vuelo sanitario a la provincia de Salta, ciudad en la que son oriundos.
Pero el regreso no iba a ser sin complicaciones, porque a la hora de volver al país también tuvieron problemas. Gabriela cuenta cómo fue la salida de Bolivia hacia Argentina: “Por suerte conseguimos el vuelo sanitario el día martes, lo íbamos a trasladar hasta la frontera y de ahí en avión. El martes había un piquete en Bolivia, por lo que se tuvo que bajar el chofer de la ambulancia y mostrarle cómo estaba mi papá”.
Orlando Ibañez quedó internado en el Hospital de Tartagal, ubicado al noreste de Salta, porque su cuadro había empeorado. “Mi papá estuvo tres meses en la terapia, pero gracias a Dios está bien y se recuperó”, finalizó Gabriela.
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