Policiales
Un profesor le ofreció a su alumna de 15 años ser "amigos con derechos" a cambio de subirle las notas
Se trata de un profesor de música. La Red de Docentes por el Derecho a Decidir, repudió los hechos de acoso sexual. Además, denunciaron a las autoridades del colegio por su inacción. Ocurrió en Salta.
Este miércoles pasado el mediodía, estudiantes de los turnos mañana y tarde del colegio 11 de Septiembre, al sur de la ciudad de Salta, realizaron una sentada en las puertas de la institución. ¿La razón? La denuncia penal que radicó una estudiante de 15 años contra el docente de música Esteban Cruz, al relatar que en reiteradas oportunidades se insinuó de manera sexual y le propuso ser "amigos con derechos".
A raíz del caso, los padres y madres, manifestaron su repudio ante la inacción de las autoridades educativas, y pidieron una garantía de seguridad y cuidado hacia sus hijxs, dado que supieron que no es la primera vez que sucede una situación de este tipo, ya que otros docentes también habrían incurrido en actos de acoso y maltrato.
Salta/12 dialogó con la adolescente V., quien contó que todo su padecimiento comenzó cuando el docente de música comenzó a consultarle temas vinculados al colegio, después empezó a "hablar con más confianza hasta decirme que seamos amigos con derechos". "Me seguía insistiendo para que lo seamos", con el único fin de que se vean a escondidas, expresó. Estas últimas insinuaciones sucedieron el jueves 21 de octubre.
La adolescente notó con el correr de los días, que el docente "iba agarrando más y más confianza". Fue entonces que el martes 26, se decidió a contárselo a la vicedirectora Gladys Fernández, quien atinó a acusarla y decirle que había estado mal por haberle contestado los mensajes. Luego le preguntó "si yo no lo había provocado o le había insinuado algo". Las clases que compartían con el profesor de música eran los miércoles y jueves, en la última hora del turno tarde.
Ese miércoles 27, la estudiante recibió el llamado de la vicedirectora para solicitarle el número de sus padres, quienes estaban al tanto de toda la situación que padecía su hija. "Se comunica con ellos y les dice que hagamos la denuncia", relató. Ese mismo día, la familia realizó la denuncia por acoso sexual en la comisaria del barrio Santa Ana, donde se ubica el establecimiento, y le alcanzaron una copia a la vicedirectora.
Por la tarde de ese día, el docente no estuvo presente en las clases, según le comentaron sus compañeros, pues la adolescente se retiró antes del establecimiento para evitar cualquier contacto con el adulto. Fue entonces que el resto del curso de V. se enteró de lo que estaba pasando y le expresaron su apoyo. "Me aconsejaron que lo haga público para que no siga pasando y entre todos organizamos la sentada y los escraches" al docente y a la institución, relató la estudiante.
Carlos, el padre de V., manifestó que a raíz del caso de su hija se dieron a conocer otros relatos similares de alumnas y ex alumnas del colegio. Por ese motivo, los familiares de los estudiantes también se hicieron presentes en la sentada y exigieron una reunión con las autoridades. "Queremos respuestas pronto porque los chicos están con miedo y no quieren regresar", expresó a Salta/12.
Contó además que la reunión con los directivos, donde participó una supervisora del Ministerio de Educación de la provincia, "no terminó en nada" porque se propuso elevar solamente una nota y así emprender el camino de la burocracia, a través de un expediente. Para los padres, la propuesta resultó "sabor a poco" porque no se estaba dando una respuesta urgente ante una situación donde los adolescentes "la están pasando mal".
Incluso cuando pidieron el número de expediente para darle un seguimiento propio, no se lo quisieron facilitar. Los padres y madres, se enteraron el último viernes del caso de V. a través de sus propios hijos, y denunciaron que en ningún momento se los llamó a una reunión urgente. La familia de V., inició acciones legales contra el profesor y lo único que supieron es que Cruz pidió licencia, sin darle algún tipo de suspensión.
Cuando V., dio a conocer su caso en la institución, los relatos comenzaron a surgir de inmediato por parte de sus pares. Además, "me entero que ya había pasado años anteriores donde se les dio la espalda a las chicas", y por eso, "nos decidimos a hablar". En la reunión que se mantuvo con los directivos se pidió que otros docentes también sean apartados, como es el caso de las asignaturas de matemáticas, historia, inglés de ambos turnos.
"A algunas chicas las hacían trepar a las sillas para que se les suba la pollera o a otras les tocaban las piernas", relató la adolescente. Eso derivó que en la sentada, las estudiantes manifestaron su disconformidad a que sea obligatorio el uso de la pollera. Se sumó el maltrato que propiciaban los docentes, cuando los llamaban "inútiles".
Otro relató que se viralizó en redes sociales
Las exalumnas también dieron a conocer situaciones de acoso sufridas en el colegio, como lo fue el caso de Agustina Carrera, quien lo contó en su perfil de Facebook. "Hoy yo voy a contar el acoso constante, continuo, desagradable que recibí por 4 años en la institución, en donde directivos NUNCA hicieron nada al respecto", anunció.
Los hechos, relata, comenzaron a suceder en 2015 por parte de quien era su profesor de inglés Fernando Daniel Guanca. Relató que al tomar la primera clase de esta materia en el segundo año, Guanca le propuso al terminar el dictado, que sea su secretaria. Le pidió su número y ella aceptó. "Inocentemente se lo di, tenía 14 años y jamás me hubiera imaginado en ese momento todo lo que iba a desencadenar".
A las dos semanas comenzó el acoso. "Primero mensajes donde me pedía pasar las tareas, luego mensajes de como estaba, luego mensajes de que era muy linda, etc. Todo se empezó a desenvolver en la clase y siempre el problema era mi pollera (pollera que al ingresar al colegio nos median con un carton) siempre eran comentarios sobre mi persona", narró.
Ante la situación que ya la incomodaba, se acercó a una profesora particular de inglés y la mujer le dijo "que urgentemente debía hacer algo y denunciar". "Hablo con mi mama y nos dirigimos al colegio, la directora lo único que dijo fue ´a las bonitas les pasa eso´, ´no será que andas con la pollera corta´". El vice director de ese entonces, solamente habló con Guanca, y esto llevó a que la adolescente recibiera malos tratos y comentarios fuera de lugar hasta desaprobarla.
Los años restantes el acoso no mermó y la joven tuvo que cambiar en tres oportunidades su número de teléfono. "El profesor conseguia mi numero siempre, me sacaba fotos a escondidas, yo vivo relativamente cerca del colegio y siempre se quedaba en su auto en la esquina, o me pedia que me suba con el, que el me llevaba a donde quiera, en clases me sacaba afuera a decirme lo linda que era, a contarme cosas de personas que ya no estaban en el colegio", relató.
Además no permitía que esté con otros compañeros, la llamaba por la madrugada, le pedía fotografías o mensajes donde le decía que la acaba de ver. "Se enteraba de todos mis movimientos, donde iba o no", lamentó. Guanca, llegó también a crearse cuentas falsas en Facebook e Instagram. Hasta que en 2019, le envió un mensaje "declarándose e invitándome a salir con el, fui al colegio y me cerraron las puerta, por que yo ya no era mas alumna, y hasta el año pasado el profesor se quedaba en la esquina donde me tomo el colectivo diciéndome cosas o vigilándome".
Carrera aseguró que le resulta agobiante saber que otras adolescentes están pasando lo mismo. "Yo solo quería ir al colegio a estudiar no a que me acosen y se obsesionen conmigo, yo jamás provoque a nadie, menos a un señor de 40 años, yo solo quería estar tranquila, no ser hostigada y acosada", expresó, esperando que se tomen medidas urgentes en el asunto.
No se cumple la ley
La Red de Docentes por el Derecho a Decidir, repudió los hechos de acoso sexual que sufrió V., y denunció que las autoridades del colegio secundario 11 de Septiembre no cumplieron con el Protocolo de Actuación frente a estos casos o similares que involucren a situaciones de maltrato, abusos sexuales o violencia de Género. Y que se creó para casos dentro de la institución entre estudiantes o docentes contra estudiantes, o para aplicarse fuera del ámbito escolar y que involucren a estudiantes.
"Este no ha sido utilizado en este caso con la celeridad necesaria", cuestionaron desde la Red. La docente y psicopedagoga, Sandra Acosta, recordó que este protocolo establece un formulario de comunicación y registro para cualquier tipo sospecha. "Este protocolo obliga a denunciar ante la simple sospecha, porque no existe la obligación de investigar las pruebas del delito", pues esta tarea no les corresponde, expresó Acosta.
Reiteró que ante la sospecha se hace el registro, quedando a la espera de prontas actuaciones. De no hacerlo, se incumplen las leyes provinciales N° 7.888 y N° 7.970, que son el respaldo de dicho protocolo. "El que no lo haga, incurre en un delito de incumplimiento de deber de funcionario público", manifestó la integrante de la Red.
Para el colectivo docente, la ausencia de una respuesta de parte del colegio de Santa Ana, se debe a la falta de capacitación en Educación Sexual Integral (ESI) hacia las autoridades y cuerpo de profesores. Para Acosta eso se evidenció en las expresiones de la vicedirectora y en la forma de actuación que tuvieron para atender este último caso. "Es importante que la víctima cuando hace una denuncia tenga la seguridad que va a ser protegida", indicó a Salta/12, cuestión que no fue provista en el colegio.
La Red sostuvo que cada trabajador de la institución debe saber actuar inmediatamente frente a cada situación de vulneración de derechos del estudiantado. Por eso, recordaron que se debe garantizar el cumplimiento de la Resolución 546D, donde se señala que es responsabilidad del Estado provincial a través del Ministerio de Educación, generar la capacitación en ESI para docentes; y que la misma, deba estar a cargo del Estado, y que sea gratuita, obligatoria y en servicios para todos los niveles.
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