Un policía que trabajaba de chofer de Uber mató a dos delincuentes que le quisieron robar
Ocurrió en González Catán, cuando llevaba a una pasajera. El fiscal, por ahora, considera que actuó en legítima defensa.
Un oficial de la Policía Bonaerense de 26 años que, en su franco y vestido de civil, trabaja como chofer de Uber mató esta madrugada a dos sospechosos que intentaron asaltarlo cuando trasladaba a una pasajera en la localidad de González Catán.
Según el registro de las cámaras de seguridad que captaron el paso previo de los sospechosos, apenas habían transcurrido unos minutos de este lunes cuando los dos hombres “intentaron cometer un robo y le apuntaron al chofer”, explicaron fuentes judiciales. Fue en el cruce de Tomas Valle e Inca, en el partido de La Matanza.
Lo que no sabían los delincuentes es que el chofer de Uber, que llevaba a una enfermera de 48 años desde la Ciudad de Buenos Aires hacia González Catán, era también oficial del Grupo de Prevención Motorizada de la policía Bonaerense y estaba armado con su pistola reglamentaria, una Bersa Thunder.
Desde el interior del Volkwagen Gol color negro que manejaba, según les relató a sus colegas de la Comisaría 2°, el oficial vio que uno de los dos ladrones estaba armado y pretendía asaltarlo.
Luego de dar la voz de alto y sin bajarse del auto, el policía efectuó a través de los cristales del coche una serie de disparos contra los sospechosos: ambos murieron en el lugar. “Debajo de uno de los cuerpos fue hallada un arma que resultó ser de fabricación casera”, dijeron las fuentes.
Uno de los fallecidos fue identificado como Miguel Ángel Servían, de 33 años y con domicilio a unas 20 cuadras de donde murió, mientras que todavía no había sido posible identificar al otro delincuente muerto.
El fiscal Gastón Duplaá, a cargo de la Unidad Funcional de Instrucción especializada en Homicidios de La Matanza en turno, ordenó que las pericias quedaran a cargo de la Gendarmería Nacional, ya que hay un oficial de la Bonaerense involucrado.
Por el momento, el fiscal Duplaá no adoptó ningún temperamento contra el policía que les disparó a los delincuentes, ya que considera que actuó en legítima defensa.
Pese a ello, todavía restan varias pericias por realizarse: sobre todo conocer si el arma de fabricación casera fue disparada. Tampoco se conocía este lunes por la tarde el resultado preliminar de la autopsia, clave para determinar cuántos disparos recibieron los fallecidos.
A 16 cuadras de donde intentaron asaltar al policía y hace exactamente una semana, Armando Rogelio Alegre (45), un repartidor de pollos en González Catán, fue abordado por tres delincuentes que quisieron robarle mientras trabajaba: lo mataron de un balazo y no se llevaron ni el celular ni el efectivo que tenía encima la víctima. Por el crimen, había un chico de 14 años involucrado.
El homicidio ocurrió cerca de una carnicería ubicada en Barrientos al 3400, en el barrio El Talita. De acuerdo a fuentes policiales, Armando Alegre estaba entregando mercadería en los comercios de la zona con su Fiat Fiorino cuando fue sorprendido por los ladrones.
En junio pasado, un bombero de la Policía de la Ciudad que circulaba con su moto mató de tres disparos a un ladrón de 15 años que intentó asaltarlo junto a otros tres cómplices en el cruce de Ruta 21 y Armonía. El delincuente muerto, se supo más tarde, resultó ser primo de M., la nena de 7 años que estuvo secuestrada durante 3 días y que finalmente fue encontrada con vida. Un caso que conmocionó al país.
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