Un policía guardó su arma en el horno “por seguridad”, pero lo prendió sin sacarla y la derritió
Tras ser alertada por el olor a quemado, la esposa del agente sacó el revolver con un trapo y lo puso en el freezer con la intención de arreglarlo.
Un efectivo de la Unidad Investigativa de Guaymallén (UID) informó a la policía que había guardado su arma reglamentaria calibre 9 milímetros en el horno de su cocina por “cuestiones de seguridad” y el revolver se derritió. Tal como confirmó, se olvidó de lo que había hecho y tras ponerse a cocinar fue alertado por el olor a quemado.
El hombre había escondido su arma Taurus PT 609 Pro con dos cargadores y 24 municiones dentro del horno para que nadie la tomara. Según le dijo a sus superiores, salió de su casa a las 10 de la mañana con su pareja, también policía, y cuando volvieron a las 13:30 comenzaron a preparar el almuerzo.
Luego de unos minutos con el horno prendido, la mujer comenzó a sentir un olor extraño y recordó el escondite de su marido. Rápidamente, la sacó con un trapo y la puso en el freezer, aunque la pistola ya estaba dañada.
Sin dudarlo, llamaron al 911 para contar lo que había ocurrido y sus colegas que llegaron al domicilio solicitaron directivas a la Oficina Fiscal Nº 19, pero una ayudante fiscal decidió no intervenir ante la inexistencia de delito.
Por otra parte, notificaron a la Inspección General de Seguridad y se inició el sumario administrativo correspondiente. Según trascendió, el efectivo policial, dueño del arma en cuestión, podría recibir una sanción disciplinaria que abarca la suspensión del cargo por un par de días y también deberá hacerse cargo de los costos de la reparación del arma en caso de que fuera necesario.
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