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Un paso adelante

Córdoba elige hoy gobernador y legisladores con el mecanismo de boleta única para mejorar la transparencia, pero lo importante también es que se vote a conciencia y con responsabilidad.

Los ciudadanos de la provincia de Córdoba concurriremos hoy a las urnas para elegir gobernador y vicegobernador, 70 legisladores y los miembros del Tribunal de Cuentas de la Provincia. Junto al resultado en ambas instituciones –que supondrá la conformación de los poderes Ejecutivo y Legislativo desde el 10 de diciembre próximo–, lo importante será el estreno de la boleta única de candidatos, cuyo objetivo es otorgar más transparencia al acto eleccionario.

Este sistema supone un cambio importante en relación al que se usó desde la recuperación de la democracia en 1983, tradicionalmente conocido como el del "voto sábana".

A la hora de los cómputos en la elección de 2007, se produjo un virtual "empate técnico" entre los candidatos Juan Schiaretti y Luis Juez, de Unión por Córdoba y el Frente Cívico, respectivamente. Al final, se impuso el candidato peronista por una muy leve ventaja, tanto en el escrutinio provisorio como en el oficial, lo que fue convalidado por la Justicia. Pero Juez insistió durante mucho tiempo en que hubo fraude y que le habían "robado la elección".

En realidad, la única irregularidad demostrada fue una demora excesiva en el escrutinio provisorio, que dio lugar a toda clase de sospechas, que es lo que se pretende evitar ahora.

La boleta única, por otra parte, tiende a agilizar el trámite en las mesas electorales y a evitar el "voto clientelar oculto", es decir, que el ciudadano lleve en el bolsillo la boleta entregada por los comandos partidarios y luego la coloque en el sobre, por lo general a cambio de una promesa de recompensa.

Con el nuevo sistema, no hay diferentes boletas desparramadas en el cuarto oscuro y ni siquiera este existe, ya que se elige a los candidatos con una tilde o marca en los casilleros de la boleta única, entregada por las autoridades de mesa, y en boxes especialmente acondicionados.

Alguien podría decir que también este sistema se puede prestar a manejos partidarios; por ejemplo, que punteros políticos le digan al votante en qué casillero hay que poner la cruz, que corresponderá por supuesto a la lista completa de un partido o coalición, en lugar de optar por las distintas postulaciones en algunos de los cuatro tramos en los que se divide la boleta (fórmula gubernamental, legisladores por distrito único, legislador departamental y miembros del Tribunal de Cuentas).

Ningún sistema electoral es perfecto, pero la boleta única es un paso adelante, que debería ser sucedido en el tiempo por el voto electrónico. Y junto al mecanismo, es importante también que se vote a conciencia y con responsabilidad.

Más allá de atender las consultas de última hora, las autoridades electorales deberán evaluar luego la receptividad de este mecanismo por parte de la ciudadanía y su practicidad a la hora de los cómputos finales.