Un nuevo sospechoso: huellas sin identificar y ADN en la escena del crimen
Los peritos detectaron en la casa de la víctima dos ADN masculinos y unas huellas en una lata de gaseosa. Quieren cotejar todo con un joven fueguino que está en la mira de los investigadores.
Los investigadores del crimen de Marianela Rago tienen en la mira a un nuevo sospechoso.
Se trata de un joven también fueguino, como la víctima, que al momento del hecho iba al mismo boliche que el grupo de amigos al que pertenecía Marianela y vivía cerca del departamento de la calle Tucumán 2080 donde se cometió el crimen.
"Este chico no pertenecía pero era conocido del grupo. Tenía algunos hábitos que lo podrían relacionar con alguna evidencia", dijo a JusticiaCero uno de los investigadores.
La jueza de la causa, Karina Zucconi, y los detectives de la División Homicidios de la Policía Federal que trabajan en el caso ahora siguen los pasos de este joven y una posibilidad es que se le extraiga una muestra de sangre y sus huellas para algún cotejo.
Los peritos de la Policía Científica de la Federal y del Cuerpo Médico Forense lograron identificar en la escena del crimen dos ADN masculinos y una serie de huellas dactilares sospechosas.
Los perfiles genéticos y las huellas de todos los jóvenes que la noche anterior al crimen participaron de "la previa" al boliche en la casa de Marianela, están en poder de los investigadores y se cotejaron con todos los rastros hallados en el lugar.
Una de las evidencias donde se halló un ADN masculino desconocido es un porro de marihuana encontrado en el departamento.
Los amigos de la víctima reconocieron ante la Justicia que si bien en el grupo había algunos consumidores de marihuana, durante "la previa", ninguno de ellos había fumado ese porro en la casa.
El porro fue enviado al laboratorio genético y allí se concluyó que tenía dos ADN mezclados: uno de Marianela y otro masculino de un hombre que no participó de "la previa".
Los investigadores creen que el porro fue fumado por Marianela y algún conocido, cuando aquella madrugada del 27 de junio de 2010 la víctima regresó a su casa del boliche donde había pasado la noche con sus amigos.
Otro ADN masculino que no coincide con ninguno de los amigos que estuvo en la previa, fue hallado en otra de las evidencias analizadas por los peritos.
Pero ahora, luego de la minusciosa revisión de la evidencia que se hizo en el último año, también detectaron una serie de huellas dactilares desconocidas en una lata de gaseosa de la marca "Paso de los Toros" hallada en la cocina y que los amigos que estuvieron esa noche en el departamento negaron haber tomado.
La policía entonces cree que tanto el ADN del porro como las huellas de la lata de gaseosa podrían ser las evidencias que identifiquen y condenen en un futuro al asesino.
Tampoco hay que olvidar que el asesino se llevó del departamento de Marianela un reproductor de DVD, una laptop y dos celulares, por lo que la policía nunca desechó por completo la posibildiad de un homicidio en ocasión de robo.