Un narco preso paga más que un barra suelto
Se sabe lo que tienen en común. Los dos trabajan en el Ministerio de Seguridad. Uno, Sergio Berni, es el secretario y el otro, Darío Ruiz, su segundo. Pero en estos días hay algo notable que los diferencia.
Nota extraída del diario Clarín
Se sabe lo que tienen en común. Los dos trabajan en el Ministerio de Seguridad. Uno, Sergio Berni, es el secretario y el otro, Darío Ruiz, su segundo. Pero en estos días hay algo notable que los diferencia: Berni anunció que había capturado "al narcocriminal más buscado y más importante del mundo" y a Ruiz se le escapó el jefe de los barrabravas de Boca en la puerta del Monumental.
Y hubo algo más. Berni no sólo se apresuró a sacar pecho con la detención del colombiano López Londoño sino que se coló en la foto que le tomaron cuando era trasladado. En cambio, Ruiz pretendió despegarse de otra foto, la que muestra a Mauro Martín en la tribuna donde tenía prohibido estar.
"No me consta que sea él", declaró. Podría hacer al menos un esfuerzo para que le conste o deje de constarle (Ver El Gobierno no admite que Martín entró a la cancha).
Henry López Londoño, alias Mi Sangre, luce como un actor de telenovela colombiana. Cuarenta años, bien parecido, de barba y pelo muy cuidados. Así se vio en TV al principal proveedor de cocaína del cartel mexicano de Los Zetas, según la policía de su país. Un verdadero pesado.
Pero suena a demasiado alarde decir que su captura "es la noticia más importante en la lucha contra el narcotráfico en el mundo". O que "hoy le hemos dado un golpe mortal al narcotráfico". Semejantes cosas son las que imaginó Berni. Y además, lo dijo (ver El jefe narco colombiano tenía 6 casas y usaba 7 pasaportes).
Si se trata del "narcocriminal más peligroso y más buscado del mundo", como afirmó el secretario de Seguridad, no se entiende que lo hubiesen detenido a pedido de Interpol a comienzos de mayo pasado y lo liberasen días después. El argumento oficial es que no había llegado el pedido de extradición de EE.UU. Pero el mismo Berni dijo que "se había movido por toda Sudamérica y no había podido ser capturado".
¿Cómo es que lo apresaron y luego lo dejaron en libertad?
Entre la primera y segunda detenciones, Mi Sangre estuvo seis meses suelto. Le habían puesto localizadores satelitales en los autos en que se movía y ya estaba la orden de extradición ¿Por qué no lo agarraron antes? Obvio, él sabía que lo estaban buscando y tenía pasaportes para todos los gustos. ¿Por qué entonces no intentó fugarse del país? Son todas preguntas de cajón, hasta ahora sin respuesta.
Otro interrogante es si López Londoño tiene vinculaciones con los Juliá , hijos de un ex jefe de la Fuerza Aérea y presos en Barcelona cuando intentaban ingresar 1.000 kilos de cocaína que traían desde Argentina. Hay un Henry que aparece en un celular secuestrado a los hermanos.
El narcotráfico es difícil de combatir en todos lados y tiene aquí ramificaciones y complicidades impensadas . La migración de colombianos, muchos de ellos ex paramilitares, y sus familias se viene acelerando desde hace una década. Mi Sangre es un ejemplo: tiene las dos cosas. Su detención es un paso adelante, más allá del show mediático y los puntos oscuros.
Se sabe lo que tienen en común. Los dos trabajan en el Ministerio de Seguridad. Uno, Sergio Berni, es el secretario y el otro, Darío Ruiz, su segundo. Pero en estos días hay algo notable que los diferencia: Berni anunció que había capturado "al narcocriminal más buscado y más importante del mundo" y a Ruiz se le escapó el jefe de los barrabravas de Boca en la puerta del Monumental.
Y hubo algo más. Berni no sólo se apresuró a sacar pecho con la detención del colombiano López Londoño sino que se coló en la foto que le tomaron cuando era trasladado. En cambio, Ruiz pretendió despegarse de otra foto, la que muestra a Mauro Martín en la tribuna donde tenía prohibido estar.
"No me consta que sea él", declaró. Podría hacer al menos un esfuerzo para que le conste o deje de constarle (Ver El Gobierno no admite que Martín entró a la cancha).
Henry López Londoño, alias Mi Sangre, luce como un actor de telenovela colombiana. Cuarenta años, bien parecido, de barba y pelo muy cuidados. Así se vio en TV al principal proveedor de cocaína del cartel mexicano de Los Zetas, según la policía de su país. Un verdadero pesado.
Pero suena a demasiado alarde decir que su captura "es la noticia más importante en la lucha contra el narcotráfico en el mundo". O que "hoy le hemos dado un golpe mortal al narcotráfico". Semejantes cosas son las que imaginó Berni. Y además, lo dijo (ver El jefe narco colombiano tenía 6 casas y usaba 7 pasaportes).
Si se trata del "narcocriminal más peligroso y más buscado del mundo", como afirmó el secretario de Seguridad, no se entiende que lo hubiesen detenido a pedido de Interpol a comienzos de mayo pasado y lo liberasen días después. El argumento oficial es que no había llegado el pedido de extradición de EE.UU. Pero el mismo Berni dijo que "se había movido por toda Sudamérica y no había podido ser capturado".
¿Cómo es que lo apresaron y luego lo dejaron en libertad?
Entre la primera y segunda detenciones, Mi Sangre estuvo seis meses suelto. Le habían puesto localizadores satelitales en los autos en que se movía y ya estaba la orden de extradición ¿Por qué no lo agarraron antes? Obvio, él sabía que lo estaban buscando y tenía pasaportes para todos los gustos. ¿Por qué entonces no intentó fugarse del país? Son todas preguntas de cajón, hasta ahora sin respuesta.
Otro interrogante es si López Londoño tiene vinculaciones con los Juliá , hijos de un ex jefe de la Fuerza Aérea y presos en Barcelona cuando intentaban ingresar 1.000 kilos de cocaína que traían desde Argentina. Hay un Henry que aparece en un celular secuestrado a los hermanos.
El narcotráfico es difícil de combatir en todos lados y tiene aquí ramificaciones y complicidades impensadas . La migración de colombianos, muchos de ellos ex paramilitares, y sus familias se viene acelerando desde hace una década. Mi Sangre es un ejemplo: tiene las dos cosas. Su detención es un paso adelante, más allá del show mediático y los puntos oscuros.