Un músico argentino fue asesinado después de un show en Costa Rica: detuvieron a su hijo por el crimen
En la noche del 22 de marzo, Alejandro Galluccio recibió cinco disparos mientras dormía en su cama. Su hijo, de 23 años, era la única persona que lo acompañaba.
El músico argentino Sergio Alejandro Galluccio, de 57 años, fue asesinado de tres disparos mientras dormía en su casa de Costa Rica. En las últimas horas, la Policía del país centroamericano detuvo a su hijo, sospechado de ser el autor material del crimen.
El joven de 23 años era la única persona que lo acompañaba aquella noche del 22 de marzo y fue él quien llamó a la Policía para contar que su padre había asesinado.
Ayer por la tarde, los agentes del Organismo de Investigación Judicial (OIJ) aprehendieron al joven luego de que declarara en los Tribunales de Justicia de Garabito, en la ciudad portuaria de Puntarenas.
La historia del crimen de Alejandro Galluccio
Galluccio era productor de televisión, músico y empresario. Se cree que sufrió el ataque a la medianoche, mientras descansaba en una de las habitaciones de su casa, ubicada en Playa Hermosa. Recibió cinco disparos en la cabeza.
“La Policía Judicial ha realizado investigaciones de campo, tanto técnico como científico, que nos llevó a la detención del principal sospechoso. El sujeto es hijo de la víctima y se encontraba con él cuando ocurrió el homicidio”, expresó la Policía Judicial en un comunicado.
Aquella noche, pocas horas antes de ser asesinado, el argentino tocó en un bar de Jacó y luego se dirigió hacia su propiedad, en la cual residía desde hacía más de un año.
Su hijo -no trascendió su nombre- también de apellido Galluccio, quedó detenido en celdas judiciales a las órdenes del Ministerio Público, a la espera de recibir medidas cautelares. En su primera declaración, el presunto homicida indicó que escuchó el ruido de los disparos, pero pensó que se trataba de fuegos artificiales.
César Vargas, amigo de Galluccio, relató tras su muerte que el argentino llevaba más de 20 años viviendo en Costa Rica.
“Él siempre fue buena gente, él y su familia eran diferentes. Le gustaba mucho el surf y la música, tocaba varios instrumentos”, detalló Vargas al diario La Teja.
Desde hacía más de cuatro años Galluccio se dedicaba a alquilar su velero, el “Blangala”, para ofrecer viajes de tres a cuatro horas por diferentes playas.
“Últimamente tenía una empresita con un velero ahí, en Herradura, y se dedicaba a hacer tours. Él ayudó a varios muchachos dándoles trabajo con eso, pero ahora no sé qué irá a pasar con ellos”, concluyó Vargas.
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