Un minero tiene neumonía y otros, problemas dentales
El ministro de Salud chilena Jaime Mañalich dijo que el estado de los mineros es "más que satisfactorio" aunque hay uno -al que no identificó- que tiene "una neumonía aguda pulmonar y necesita antibióticos".
Dieciséis de los mineros rescatados de un yacimiento en el norte de Chile se encuentran en un "estado más que satisfactorio", salvo un caso que presenta "una neumonía aguda" y otros dos que deberán ser "sometidos a cirugías dentales muy invasivas", dijo este miércoles el ministro de Salud chileno, Jaime Mañalich, en rueda de prensa.
De los mineros rescatados hasta ahora e internados en el hospital regional de Copiapó, a 45 km de la mina donde permanecieron atrapados casi 70 días, uno de ellos presenta "una neumonía aguda" y está sometido a un "tratamiento antibiótico intensivo", precisó.
Aclaró no obstante que la mayoría de los mineros ingresados en el hospital "se encuentran en un estado más que satisfactorio" tras su rescate en la Mina San José donde quedaron atrapados, siendo luego trasladados en un helicóptero hacia Copiapó, la ciudad más cercana al yacimiento.
"Varios de ellos presentan lesiones dentales que necesitan de tratamiento no invasivo", agregó Mañalich. Sólo que hay "dos que se someterán a una cirugía dental muy invasiva".
Estos últimos, junto al minero que presenta neumonía, deberán permanecer en el hospital durante un tiempo más prolongado a las 48 horas que las autoridades habían previsto. El resto, según evalúen sus médicos, podrán ser dados de alta antes. "Hay que evaluar caso a caso (...) algunos podrán salir mañana (jueves) por la tarde", dijo el funcionario.
Ya fueron rescatados 27 mineros, más de dos tercios de los 33 --32 chilenos y un boliviano-- que quedaron atrapados en la mina el 5 de agosto por un derrumbe. El funcionario estimó que el rescate de los 33 mineros podría finalizar en la madrugada del jueves.
Ni el ministro ni fuentes médicas del hospital consultadas quisieron brindar el nombre del paciente con neumonía.
Más temprano, un funcionario del centro médico en Copiapó informó que a Mario Sepúlveda le había sido diagnosticada una silicosis, una enfermedad típica de mineros, considerada irreversible y provocada por una sobreexposición al polvo de la sílicie cristalina.
Pero el ministro de Salud precisó que sólo había una persona con esa enfermedad, que le habían diagnosticado años antes del accidente en la mina. La esposa de Mario Gómez, el minero de 63 años, confirmó que su marido sufre silicosis desde hace ya tres años.
Gómez, el mayor de todo el grupo de mineros convertidos en los héroes de esta ciudad de 150.000 habitantes, también había sufrido un accidente en una mina con una explosión que le arrancó tres dedos.
Según uno de los dermatólogos que los atendió, los mineros "están mejor que cualquiera de los pronósticos más optimistas".
Poco a poco desde la madrugada del miércoles, el centro de la tranquila Copiapó se vio distorsionado por el ruido ensordecedor de un helicóptero tras otro, que aterrizaron en un regimiento frente al hospital de la ciudad.
Los primeros en llegar fueron Florencio Avalos y Mario Sepúlveda. Así y por cuentagotas, el segundo y tercer piso del hospital, destinados especialmente a recibir a los mineros, acogieron a dieciséis de los mineros ya rescatados.
El último helicóptero en llegar a Copiapó transportó a Víctor Zamora, Daniel Herrera y Víctor Segovia, quienes muy sonrientes desde la ambulancia, con sus ojos cubiertos con lentes oscuros, saludaron a la prensa.
El minero boliviano Carlos Mamani, ingresado en el hospital en la tarde, tuvo una visita especial: el presidente de su país, Evo Morales, quien le garantizó trabajo y una vivienda para su familia.
Los mineros atrapados bajo tierra a más de 600 metros de profundidad debieron someterse a estudios oftalmológicos, dentales, de rayos y laboratorio.
En las afueras, un grupo de gente cantaba desde la medianoche del martes: "Chi, chi, chi...le, le, le", y poco después de ingresar la ambulancia, entonaron el himno chileno, bajo el acecho de la prensa.