Un mal día para el señor Lam
*Por Mariano Donadio. En un mismo día, el actor hongkonés Law Lok Lam murió de cinco formas distintas. Fue el 10 de abril pasado. Repasemos: fue asesinado durante una lucha de artes marciales en Gracia bajo fuego . Al rato escupió sangre en Destino a destino .
Expiró, en cama y como emperador, en Reliquia de un emisario . Por fin, en Estación de policía número 7 y Virtudes de Armonía , alguien comentó que su personaje había sido liberado de la vida y sus rigores.
Su representante ya se está agarrando la cabeza: cree que este récord, más que ayudarlo, enterrará -si se me permite- su carrera. Cada vez que aparezca en algún telenovelón asiático, un espectador sabihondo le susurrará a otro: "Vas a ver que ese tipo se muere".
Lok Lam, agonista profesional, estudia las posibilidades de recomenzar su carrera en un país lejano. O de hacer de fantasma de sí mismo. O de recuerdo ajeno. Nuestro expirante ya le perdió el miedo a la muerte. Es más: a estas alturas, le aburre un poco. "Ojalá -comenta a sus amigos- no se parezca a estas novelas berretas."
No te preocupes, triple ele , dicen que la muerte es, ante todo, improvisación.