Un inusitado aliado electoral
Ya es un hecho. La Justicia Electoral oficializó las dos boletas con las que se presentarán los candidatos a diputados nacionales del Frente Cívico y Social, Gustavo Jalile y Fabiola Garrot, en las elecciones del 23 de octubre.
En una llevan como candidato a presidente de la Nación a Ricardo Alfonsín, de UDESO. Es la expresión orgánica de la Unión Cívica Radical de Catamarca. Y en otro el candidato presidencial es Alberto Rodríguez Saá, de Compromiso Federal. No será la primera vez que el oficialismo provincial hace varias apuestas nacionales; sin ir demasiado lejos, en 2003, el FCS acompañó a cinco candidatos a la Casa Rosada a través de sus referentes multicolores. Ahora el margen de maniobra se achicó al extremo. El gobernador puntano, que hace un par de años tuvo como representante local a Liliana Barrionuevo, se inclinó por una alianza con Jalile, a quien considera el postulante minoritario con más posibilidades de alcanzar una banca. Más aún considerando que en este caso sólo hay dos en juego. Según señalaron los dirigentes que vinieron estos días a Catamarca a trabajar por su candidatura, con el intendente chacarero coincidieron en que "el oficialismo nacional no es la mejor opción de gobierno y que la gente tiene derecho a contar con una alternativa válida y seria". En el contexto de división y enfrentamientos que ha caracterizado a los oponentes de Cristina de Kirchner antes y después de las primarias de agosto, Rodríguez Saá sobresale porque se muestra más interesado en buscar coincidencias estratégicas.
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Jalile, por su parte, ha tomado esta nueva sociedad electoral con marcada prudencia. Dijo que tanto en lo personal como en lo orgánico partidario, su primer candidato a presidente es Alfonsín. Pero al mismo tiempo reconoció la necesidad de conseguir adhesiones en los sectores no radicales. "Si en agosto, sin movilizar el aparato, nos faltaron 6 mil ó 7 mil votos, hoy trabajando todo el partido, todo el FCS, superaremos el doble de esos votos, más lo que puedan aportar el sector de Rodríguez Saá y algunos sectores del peronismo. Así vamos a alcanzar sin inconvenientes el porcentaje necesario para obtener una diputación nacional", expresó en diálogo con Radio Ancasti. Es que tanto Jalile como el mandatario puntano no están en condiciones de adoptar una postura selectiva o ideológicamente pura frente a la hegemonía kirchnerista. El caudillo chacarero lo resumió del siguiente modo: "Hoy lo importante es sumar votos. Nosotros apoyamos a Alfonsín, sin desconocer que Rodríguez Saá es un buen candidato", dijo. ¿A cuál porción del electorado podría seducir el FCS con esta boleta? Por un lado, la de los peronistas anti K y algunos sectores independientes que suelen votar por quien ven como mejor alternativa al poder. Y, por otro, los seguidores del FCS -radicales incluidos- que no adhieren a Alfonsín, y que no son pocos.
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El 14 de agosto pasado, Rodríguez Saá dio una demostración de peso electoral en Catamarca que causó alguna sorpresa. Pese a no contar con candidato a diputado propio, ni fiscales y sin haber realizado campaña proselitista, se ubicó en el cuarto lugar con unos 8.500 votos, el 4,7% del total. Le fue mejor aquí que en el orden nacional, donde quedó en el quinto puesto (7,7%), debajo del socialista Hermes Binner, quien por su parte hoy se presenta como el gran candidato a ocupar el segundo lugar que había conseguido Alfonsín. Con lo difícil que resulta aplicar la lógica en estos casos, todo indicaría que el político puntano podría ampliar su caudal el domingo 23, ya con un candidato aliado, gente que le cuide los votos y otra que le haga campaña, tal como se ve estos días en la ciudad Capital. En otro sentido, a Jalile no le viene nada mal recibir un apoyo adicional de Compromiso Federal dado el inmovilismo que demuestran algunos de los principales referentes de la UCR en lo que va de la campaña, pese a las entusiastas declaraciones que expresaron días atrás.