Un ídolo atormentado
* Por Manuela Fernández Mendy. La díficil vida de Leo Mattioli. Era adicto a los calmantes y depresivos. Su familia teme por la aparición de hijos no reconocidos.
"Todavía no apareció ningún hijo ilegítimo", le respondió durante el funeral Marina, mujer del fallecido Leo Mattioli, a Marcos Camino, acordeonista del grupo Los Palmeras e íntimo amigo del romántico bailantero.
A pocas horas de la muerte del "león santafesino", su familia afronta el después: la subsistencia económica, los problemas legales del músico y el temor a los posibles juicios por paternidad.
Aunque lo describe como un "excelente amigo" y un "hombre generoso por demás", Camino reconoce la depresión por la que atravesaba Mattioli luego del accidente automovilístico del año 2000, en el que con él al volante murieron dos de "sus músicos: "Leo quedó mal. Se notaba que no había procesado las pérdidas. De pronto se pasaba semanas sin salir de su dormitorio, sin querer hablar con nadie.
Y cuando se abría y hablaba de lo que había sucedido aquella noche se ponía muy triste. Le cambiaba la cara".
Para paliar las secuelas físicas y psíquicas del accidente, Mattioli se automedicaba. "Se hizo adicto al Prosidol (un fuerte analgésico) por los dolores de caderas, y al Lexapro (un antidepresivo). Después, no consumía nada", advierte.
Su muerte dejó en jaque a la familia.
"Marina está destruida. Lo que se viene ahora es complicado", afirma Camino. Y precisa: "Leo tenía problemas con la AF1P y varios juicios complicados".
Según confirmó el músico, Mattioli solía contratar en negro a sus músicos. "Yo me cansé de los juicios y puse en blanco a todos, pero Leo no. Él vivía padeciendo este tipo de juicios porque cuando tenés empleados en negro cualquier roce termina en juicio. Es una mochila muy pesada que termina deteriorando a cualquier persona", explica Camino, y denuncia: "Leo tenía un buen pasar. Un día lo veías manejando un Mercedes y al mes un BMW.
Hay gente que no soporta el éxito ajeno".
Los restos del músico fueron velados el lunes en la ex estación de trenes Manuel Belgrano, de su Santo Tomé natal.
PELIGROSO Pese a sus problemas de depresión, el músico era un fanático de las armas y tenía una gran colección.
4! SUS FANS LO DESPIDEN
Pamela Roa-18 años "Me afectó bastante su muerte. Sus canciones tenían un lindo mensaje. Se merecía otro final".
Paula Urban- 23 años "Es una pérdida enorme. A diferencia de sus pares, él le cantaba al amor y no a las adicciones".
Kevin Sastre -17 años "Cuando se hacen famosos pierden el control. Parecía un buen tipo y me gustaban sus canciones".
José Ledesma-18 años "Lo escucho desde hace años. Cuando me enteré de su muerte no lo podía creer. Es una pérdida".