Policiales
Un horrible crimen con ribetes mafiosos
Lucas Escalante, 26 años y Lautaro Morello, de 18, desaparecieron sin dejar rastros cuando salieron a festejar el triunfo de la selección Argentina contra Países Bajos. Días después, el BMW de Escalante apareció quemado. El jueves hallaron un cadáver calcinado: era Lautaro. A partir de ahí, surge una trama escalofriante.
Por el crimen de Lautaro Morello se encuentran detenidos el hijo de un comisario mayor de la policía bonaerense y su primo. El hijo del policía se llama Cristian Alejandro Centurión, es cadete de la policía bonaerense y próximo a egresar de la escuela. Fue detenido cuando se dirigía a la DDI de Quilmes para entregarse. Su primo, Maximiliano Tomas Centurión, fue apresado mientras caminaba por la calle.
El móvil del crimen tendría origen en algo muy llamativo para mi punto de vista. El BMW de Escalante usaba nafta que cargaba con vales pertenecientes a la Comisaria donde revistaba el Comisario Centurión. Los investigadores buscan sin descanso al dueño del auto.
La Justicia tiene por hipótesis de trabajo esta acusación: “…en fecha y hora aun indeterminados, pero con posterioridad al 9 de diciembre después de las 23, al menos dos sujetos de sexo masculino, posteriormente identificados como Cristian Alejandro Centurión y Maximiliano Tomas Centurión, propinaron golpes y estrangularon a Lautaro Tomas Morello, con claras intenciones de darle muerte, provocándole múltiples heridas en su cráneo y mandíbula, causándole finalmente la muerte por estrangulamiento con una asfixia mecánica, haciendo sufrir y mucho a la víctima. Ya indefenso y muerto, incendiaron su cuerpo en las inmediaciones de las calles Libertador San Martin entre Guatemala y Calle 50 de Guernica, con intenciones de deshacerse del cuerpo".
La fiscalía encontró una cámara que retrata el momento en que se ve salir al hijo del comisario con un bidón lleno de nafta. Esto, sumado a una conversación de los detenidos con las víctimas, permitió vincularlos con el hecho. Todo el lio entre los detenidos y los desaparecidos rondaría en torno a negocios ilegales y lo de los vales de combustible de los patrulleros policiales, sería sólo una punta.
Se realizó un allanamiento en la casa del comisario, quien se encuentra próximo a presentarse a declarar, y donde no se encontró ningún elemento que lo vincule al crimen.
La condena, seguramente, será de prisión perpetua. El móvil, entiendo que hay algo más que nafta ilegal.
Este crimen demuestra mucho desprecio por la vida y también organización.
Hay algo que me llamo la atención en esta investigación: en la búsqueda de estos desaparecidos apareció una camioneta en Guernica con dos cuerpos calcinados adentro. Se trataba de dos mecánicos que habían desaparecido días antes. El quemar cuerpos como manera de querer deshacerse de pruebas es una mecánica muy utilizada en centro américa por las bandas narco para ajusticiar o enviar mensajes.
¿No será que le están mandando mensajes a alguien?
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