Un hombre fue detenido, tras intento de robo
El ladrón de 32 años mantuvo más de media hora como rehén a una empleada de un local de venta de telefonía celular que intentó asaltar, en pleno centro de la ciudad de Rosario, aunque finalmente se entregó a la policía y liberó a su víctima, informaron fuentes policiales.
El asaltante, que cuenta con antecedentes penales, aceptó entregarse a los policías luego de exigir la presencia de los medios de prensa y de un juez, y fue trasladado a la comisaría 2a.de Rosario, donde quedó alojado a la espera de ser indagado.
En tanto, la empleada del local comercial fue atendida por personal médico aunque no sufrió heridas ni agresiones, explicó al jefe de la Policía de Rosario, Cristian Sola.
El intento de robo ocurrió hoy alrededor de las 12 en un local de venta de telefonía celular ubicado en peatonal Córdoba 1.320, en el centro de Rosario, y el episodio se extendió durante más de media hora, hasta que el asaltante dejó la pistola calibre 32 que empuñaba y se entregó a la policía.
"El responsable de la BOU (Brigada de Orden Urbano) se paró en la puerta del local, el hombre comenzó a demandar cámaras de televisión, presencia de los medios y personal superior, después ingresó el inspector de la zona, habló con él y, al verse rodeado y no tener ninguna opción, depuso la actitud", sintetizó el comisario Sola sobre lo ocurrido este mediodía.
Todo comenzó cuando el hombre ingresó al local y, tras sacar el arma, pidió dinero a las tres empleadas, explicaron los investigadores.
"Una de las chicas le dijo que el dinero estaba al fondo del local, y cuando llegaron ahí lo encerró en un cuartito", dijo a un vocero del caso.
En ese momento, las otras dos empleadas pudieron escapar del local y dieron aviso a la policía, que a los pocos minutos valló la zona y comenzó el diálogo con el asaltante, agregaron las fuentes.
Al verse rodeado, el hombre pidió la presencia de las cámaras de televisión y de personal superior de la policía.
El jefe de zona acudió al local y tras dialogar con el asaltante consiguió que dejara el arma, liberara a la empleada que había quedado con él y se entregara.
"Es alguien conocido, tiene antecedentes", dijo a Sola, quien agregó que "todo duró unos 30 minutos, hasta que vio la presencia de los medios y luego de la charla se entregó".