Un fallo que soslaya los abusos
*Por Sergio Zabalza. Si bien con matices según las épocas y las coordenadas geográficas, la prohibición del incesto es el pilar subjetivo a partir del cual se constituye toda posibilidad de trato civilizado a lo largo y ancho del planeta.
Es el resorte subjetivo que pone un freno al poder absoluto de un adulto frente al desvalimiento de la criatura más vulnerable entre los seres vivos: un niño.
Porque al cobijo de esta prohibición, un chico teje la delicada urdimbre que ampara el indispensable sentimiento de sí, la autoestima y la conciencia moral. Se trata de un trabajo íntimo cuya causa y motor es el enigma que alberga la cama de los padres. Por eso el avance sexual de un padre sobre su hijo, el avasallamiento y la intrusión corporal que un abuso comporta equivale al robo del espacio más íntimo de una persona : empujar su ser a la más inclemente intemperie.
El término "psicópata" habla de quien está surcado por una escisión insalvable en su personalidad . Si el alienado pierde el control y no guarda compostura o medida frente a las situaciones que lo desbordan, el psicópata, por el contrario, demuestra un perfecto ajuste a los hábitos y requerimientos sociales. Estos personajes suelen hablar con elocuencia y acostumbran a generar fascinación entre sus pares con tanta facilidad como desaprensión y crueldad demuestran cuando someten, humillan o violan a sus víctimas.
Hace pocos días, unos jueces concedieron el beneficio de prisión domiciliaria a un hombre que violaba sistemáticamente a sus pequeños hijos de cinco y seis años. Las crónicas son más que elocuentes respecto al grado de sadismo e impiedad que desplegó con los niños. Entre los fundamentos de la medida, se arguye que se le otorga el beneficio en virtud de que es ingeniero y un buen vecino. Basta recordar que el padre de Natasha Kampush, esa niña encerrada por años en plena ciudad austríaca, para advertirnos de la insensatez que animó el fallo.
La liviandad de sus argumentos no puede menos que convencernos de que, tan cierto como que el psicópata ha logrado seducir a sus defensores, es que los ciudadanos somos víctimas de un abuso por parte de estos jueces.