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Un escenario local que cambia

* Por José Luis Toso. El radicalismo deberá repensar su estrategia electoral para octubre y más que nunca el justicialismo descansará en Cristina. Los demócratas atesoran el segundo puesto logrado.

Toda la oposición deberá efectuar un serio replanteo de estrategias para las elecciones generales de octubre.  Aquí, como en el escenario nacional, si bien se produjo un resultado lógico si se toman como referencia los sondeos previos, sí hubo sorpresa por la abultada diferencia entre el oficialismo y el resto de las fuerzas que compitieron en las primarias.

Poco importa que en Mendoza se genere alguna expectativa en el radicalismo por el corte de boleta favorable a la lista de diputados nacionales sobre la figura de Ricardo Alfonsín. Ese voto puede llegar a interpretarse como un gesto de una parte de la ciudadanía a la candidatura de Iglesias. Las dos listas, tanto la que encabezó Vaquié como la del meritorio Armagnague, que pudo acceder a su candidatura para octubre, desafiaron en intención de voto al presidenciable de la UCR .

Inadvertido en Mendoza. En el radicalismo muchos esperaban que la fórmula provincial ayudara a levantar la imagen de Alfonsín a pesar de la lógica restricción que significaba para Iglesias y Jaliff no estar en campaña todavía. No fue posible. Nada pudo borrar las dudas que genera el presidenciable bonaerense.

Había antes de estas primarias un gran interrogante sobre la aceptación a Alfonsín en nuestra provincia y muchos radicales temían que ocurriera lo que finalmente pasó. Las dudas a partir de ahora se harán extensivas a los intendentes, que buscarán mantener el respetable poder territorial que tiene el partido.

Encima, Rodríguez Saá, al que todas las encuestas ya venían mostrando en crecimiento, se ubicó segundo ratificando la aceptación que por lo general obtiene aquí el estilo de gestión de los hermanos puntanos.

Quedó demostrado que referenciarse sólo en Alfonsín no da garantías de triunfo. Por eso es muy probable que se agilice la búsqueda de acuerdos que permitan a la UCR llevar, dentro de dos meses como candidatos presidenciales, además de a Alfonsín, a Binner y Carrió, por citar a los dirigentes y sectores políticos más afines, pese al distanciamiento actual. Lo poco que en esta oportunidad puedan haber aportado la Coalición Cívica y el socialismo, igualmente son votos necesarios a la hora de pretender llegar al poder aunque sea con lo justo.

Alegrías que da el Alberto. A pesar de la avalancha de votos favorables al oficialismo, los demócratas tuvieron motivos suficientes para festejar anoche. La buena elección de Rodríguez Saá aquí alivió la angustia de muchos dirigentes que temían que las diferencias internas que se dieron por el alineamiento nacional se agudizaran si el acuerdo electoral fallaba.

Llega para el PD y su alianza con Rodríguez Saá el tiempo de definiciones sobre las candidaturas en la provincia. Hasta ahora la estrategia pasó por aprovechar esta elección primaria para fortalecerse al amparo del vecino caudillo. ¿Quién será el elegido por los demócratas para encabezar la fórmula de gobernador y vice? Prometieron resolverlo luego del 14.

Mientras tanto, los sectores peronistas que los acompañan consideran que han hecho muchos méritos para discutir los lugares de la dupla. Anoche mismo ya se comentaba que el actual diputado nacional Enrique Thomas lanzaría en los próximos días su precandidatura a gobernador. A partir de allí deberían sentarse a conversar y negociar ambos partidos. El PD tiene la ventaja de que Roberto Pradines encabezará la lista de diputados nacionales. Con el actual contexto, resulta más viable a los demócratas pelear por una banca en el Congreso nacional que ilusionarse sólo con la Gobernación.

Muchos aún recuerdan con bronca la reticencia del radicalismo para sellar un acuerdo electoral. Otros, en cambio, consideran que satisfacciones como la de ayer sirven para borrar rápidamente esos desencuentros.

Rodríguez Saá hizo una muy discreta elección primaria en todo el país, pero aseguran que no tiene ninguna intención de bajar su postulación para las generales.

El turno de Paco Pérez. Como se esperaba, luego de las primarias llega el momento del candidato oficialista, Francisco "Paco" Pérez. Partidariamente algunos le venían reclamando mayor protagonismo pero otros le sugerían que descansara en el envión que le da la Presidenta. Las cifras de ayer parecen hacer cada vez más viable esta última variante.

Frente a un radicalismo que cae en un mar de dudas y que no sabe definitivamente si la buena imagen que tiene Iglesias en Mendoza servirá para destronar al justicialismo, en éste creen más que nunca que tomados de la mano de Cristina las cosas saldrán bien y serán otra vez gobierno en diciembre.
 
Arrastre o hundimiento.Una campaña muy distinta parece querer alumbrar la dirigencia mendocina. Tal vez como nunca, "Paco" Pérez siente más viable ser el sucesor de Celso Jaque. Con estos efectos de la primaria, es totalmente válido que toda su apuesta para ganar la provincia se encuentre atada desde ahora a la Presidenta.

En el oficialismo intuían que la imagen de Cristina iba a repercutir en las urnas mendocinas. Así fue, pero con un caudal de votos mayor del esperado y con un escenario casi calcado al nacional. En el radicalismo, por su parte, temían que ocurriera con Ricardo Alfonsín lo que finalmente pasó.

Ahora viene la etapa decisiva, que unos y otros encararán de distinta forma. El justicialismo, más cristinista que nunca; los radicales, con la urgencia de salir a pedir el voto para Iglesias, si es necesario tijera en mano; los demócratas, convencidos de que la imagen de  Rodríguez Saá es potable para los mendocinos.

Cristina sigue siendo la gran referente en Mendoza. Iglesias no pudo llevar para arriba a Alfonsín y deberá abastecerse sólo para octubre. Y Rodríguez Saá se florea gracias al lugarcito que le garantizaron las necesidades demócratas.