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Un "duelo" personal y a muerte entre dos gobernadores terminó de forma impensada

Para uno de ellos se trató de "un duelo personal", mientras que el otro no le dio tanta importancia. ¿Quién ganó?

Sucede que el gobernador entrerriano, Gustavo Bordet, es fanático de la pesca, por lo que viaja a Corrientes frecuentemente. Este fin de semana, en el que Litoral les regaló un buen clima a sus habitantes, el justicialista se sumó a la 43° Fiesta Nacional de la Pesca del Surubí donde se reunió con el gobernador de Cambiemos, Gustavo Valdés.

Juntos, dieron una conferencia en el Club Náutico, en la que se desearon suerte y apoyaron el evento turístico, además de resaltar la importancia de una agenda conjunta entre ambas provincias. "Tenemos que seguir empujando juntos para lograr el desarrollo y la única forma es dialogando", sostuvo Valdés, gobernador desde 2017.

En este evento participaron 1.150 lanchas y hasta fue necesaria la implementación de un límite. "Quedaron muchas en espera, sino serían como 1.400 embarcaciones, porque esto es un encuentro de amistad muy fuerte y una promoción del turismo de toda la zona", aclaró Valdés, quien además se hizo de elogios y bromas: "Hoy podemos contar con un amigo como Gustavo Bordet que viene a pescar todos los años, pero este es un año especial, porque tenemos un desafío, un duelo personal".

Y agregó: "Yo le pedí permiso a su esposa para que venga y él a la mía, entonces hoy los dos podemos estar acá tranquilos".

Bordet, por su parte, no quiso ser menos: "En febrero tenemos la Fiesta de la Boga en Entre Ríos así que vamos a compartir también esa fiesta en el marco de un intercambio turístico".

Además, resaltó que "tenemos muchas similitudes como provincias que generan energía: está Yacyretá en Corrientes, tenemos Salto Grande en Entre Ríos; pero además tenemos la trama vial compartida que hace necesario trabajar en conjunto".

"Nuestras provincias forman parte de una región y esto hay que trabajarlo integradamente para lograr los mejores resultados", reiteró Bordet.

Al final hubo buena pesca de surubí para los gobernadores, obviamente en lanchas distintas, pero quedó en un virtual empate porque ninguno de los dos quiso decir qué ni cuánto pescó ni quién ganó o perdió.