Un documental sobre Malvinas reavivó el fuego de una vieja batalla entre el soldado conscripto y el gran comandante británico

Cerca de cumplirse el 39° aniversario del inicio de la guerra del Atlántico Sur, que desde el día 2 de abril de 1982 enfrentara a la Argentina y a Gran Bretaña por la soberanía de las Islas Malvinas, un hecho artístico tal como lo fue el estreno y la emisión en redes de un documental sobre las vivencias del exsoldado conscripto combatiente en la guerra de Malvinas Ramón Garcés, despertó el interés de productores de la BBC de Londres y del diario mas popular de Reino Unido, el tabloide sensacionalista The Sun, para la realización de un programa de TV.

Garcés llegó a las islas con tan solo 18 años de edad en condición de soldado conscripto (realizaba el servicio militar obligatorio en la IX Brigada Aérea de Comodoro Rivadavia) y allí fue célebre por haber sido dado por muerto por error durante el primer ataque inglés del 1° de mayo y por derribar el avión Harrier piloteado por el comandante británico Bob Iveson. Nuestro soldado, sin instrucción alguna y con solo dos clases en un pizarrón, fue obligado a sentarse al mando de la batería antiaérea abandonada por el oficial especializado a cargo y tras durísimos combates con los Harrier que atacaban Puerto Darwin tuvo en la mira, pudo darle impacto y derribar al avión militar que piloteaba el experimentado comandante Iveson.

Tras ver el documental titulado “De la vida y de la historia: Memorias de Ramón Garcés sobre Malvinas” dirigido por Noelia Medina en el cual cuenta su proeza, periodistas escoceses quisieron tentar al argentino para montar un show televisivo en el Reino Unido, sentarlo junto al sobreviviente Bob Iveson y recrear aquellos trágicos momentos vividos por ambos dos durante la guerra del archipiélago.

La oferta resultaría muy tentadora para cualquier mortal: incluía pasajes, hotelería y comidas, algo de turismo interno y unas cuantas libras esterlinas.

Pero los entusiastas productores británicos se encontraron con la tajante negativa de Garcés quien les respondió: “Lo hacemos cuando devuelvan nuestras Islas y en Argentina. Asimismo sería muy hipócrita montar ese show mediático porque ni yo sabía hace 39 años que el derribado era Ivenson, ni él tenia idea de quien lo derribó”.

Ramón Garcés, que cumplió sus 19 años en las islas el 13 de mayo de 1982, jugaba al Voley en el club Ferrocarril Oeste y había sido convocado a integrar la Selección Argentina Juvenil días antes de ser enrolado para defender las islas. Su sueño de selección se esfumó rápidamente ya que regresó de las islas con 18 kilos menos de peso y en muy mal estado físico, lo que no le permitió formar parte del equipo para el mundial que se jugó en Argentina en octubre de ese mismo año.

Garcés, que fue postulado al doctorado Honoris Causa en la UNSAM, ya había tenido una experiencia importante ligada al arte audiovisual pues con intenciones de visibilizar la problemática de los más de 500 suicidios de excombatientes de Malvinas que se produjeron hasta la fecha escribió el guion del film “Entre Dos Mundos, una película de posguerra”, protagonizada por Coco Sily y producida por el manager Jorge Zonzini que luego fuera censurada en 2016 por el gobierno de Mauricio Macri.

Dicho film a pesar de ello fue emitido en televisión durante dos años consecutivos, participó de varios festivales internacionales, integra actualmente las plataformas del INCA y el canal CINE.AR y según trascendió durante las últimas horas será emitido en el Auditorio de la Cancillería Argentina promovido por la Secretaria de Malvinas, Antártida y Atlántico Sur que preside el exsenador Daniel Filmus, cuestión que es recibida por Garcés y su productor como un justo acto de desagravio, durante el actual gobierno, priorizando la Causa Malvinas y la honra a sus héroes.

No son pocos los argentinos que hubieran deseado ver ese montaje televisivo propuesto por la BBC de Londres ya que para los británicos no sería fácil de digerir que, contando con una de las Fuerzas Armadas más poderosas del mundo, un jovencito inexperto y sin preparación militar pudiera herir al gran león imperial.