Un celular para despistar y un testimonio, las claves del giro en la causa por el doble crimen de Vicente López
Aparecieron nuevas pruebas que incriminaron al hijo menor del matrimonio asesinado. Investigan un posible móvil económico.
Después de pasar casi 13 días detenida por el asesinato de un matrimonio en su casa de la localidad bonaerense de Vicente López, no se encontraron pruebas que justificaran sostener el encierro y la empleada doméstica de las víctimas, “Nina” Aquino, recuperó su libertad.
Más allá de la excarcelación de la mujer, el giro que sorprendió en la causa en las últimas horas fue la persona que quedó en el centro de las sospechas y los elementos que lo ubicaron en ese lugar.
La principal hipótesis ahora apunta a un enemigo íntimo. Se trata de Martín Del Río, el hijo menor de José Enrique Del Río y María Mercedes Alonso, las víctimas. Los investigadores sospechan que asesinó a sus padres por un posible móvil económico.
El hijo, el sospechoso
Martín Del Río, el ahora detenido por el doble crimen, hizo todo lo posible por incriminar a la empleada de sus padres. En sus tres declaraciones testimoniales se ocupó de que las sospechas apuntaran contra la mujer, pero ahora todo lo que dijo es nulo.
Para la Justicia, lo comprometen una serie de contradicciones sobre lo que hizo el día del hecho y especialmente unos videos donde se lo puede ver caminando desde el barrio porteño de Núñez hasta la casa de sus padres en Vicente López, en el horario en el que se cree fue cometido el doble asesinato, el miércoles 24 de agosto último por la tarde.
“Montó una coartada pero descubrimos que dejó estacionada su camioneta en el barrio de Núñez, con el celular ‘vivo’, prendido, dentro del vehículo para despistar, y fue y volvió caminando a asesinar a sus padres”, dijo a Télam una fuente cercana a la investigación.
La misma fuente explicó que “el imputado tiene una renguera particular por un problema en una de sus piernas y tenemos con cámaras de alta definición a nuestro sospechoso caminando con la misma dificultad rumbo a la escena y regresando de ella”.
“A Nina le faltan varios jugadores”
A raíz de la nueva línea de investigación cobró otra relevancia una declaración que hizo días atrás el hermano mayor del detenido, Diego Del Río.
“A Nina le faltan varios jugadores. Es una persona muy limitada. Estaba hace 12 años en mi casa, pero escuchando después lo que se dice, uno duda. Tenía un humor muy extraño”, había dicho el hijo de las víctimas sobre María Ninfa Aquino, la empleada, mientras la mujer todavía se encontraba detenida.
La descripción que había hecho Diego sobre la entonces sospechosa no coincidía con el perfil de una persona capaz de planificar un doble crimen y así, sin querer, la corrió de la escena y abrió la posibilidad de que el responsable de los homicidios fuera otro, con acceso como ella a la propiedad.
El móvil económico
Los investigadores revelaron que “el móvil podría ser económico”, ya que se está investigando si el ahora imputado tiene deudas y si realizó algún desmanejo con el dinero, los negocios y las propiedades de sus padres.
Esta pista también surgió de una declaración de Diego Del Río, hermano mayor del presunto asesino, a los medios. De acuerdo a su testimonio ese miércoles 24 de agosto, día del crimen, llamó a su madre a las 18.30 y no contestó “pensando que habían ido al Chateau” porque el domingo anterior le dijo “nos mudamos”, por lo que para él “era un hecho”.
“En teoría, la embajada de Tailandia iba a alquilar (la casa de la calle) Melo. Después mi hermano me contó que era una operatoria de 36 meses. Yo creo que mi papá no sabía cómo decirle a mi vieja que no se iba a hacer la mudanza. Todo esto lo generó mi viejo con Martín, los dos se potenciaban todo el tiempo. A mi vieja no le contaban la mitad de las cosas”, concluyó.
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