Un caso de incesto conmociona a Alemania
La relación entre dos hermanos, que tienen cuatro hijos, fue prohibida por un tribunal europeo. Tras el fallo, en el país germano se tejieron varias opiniones.
Los alemanes Patrick Stübing y Susan Karolewski son hermanos, pero con el paso del tiempo se enamoraron y fruto de esa relación, nunca escondida, nacieron cuatro hijos en cinco años.
Pero, una serie de denuncias por incesto obligaron a Patrick a cumplir tres años y un mes de prisión por ese delito, mientras que su hermana fue absuelta por sufrir de un "ligero retraso madurativo", según la justicia local.
Por estos días, la Corte Europea de Derechos Humanos desestimó una apelación presentada por Stübing y decidió la prohibición de las relaciones entre personas de la misma sangre.
El fallo generó una creciente ola de debates entre los alemanes, muchos de los cuales ahora se replantean la figura del incesto y alimentan la presión para eliminar lo que se considera "el último tabú".
Patrick Stübing, que ahora tiene 36 años, fue alejado de su casa, en Leipzig, cuando tenía tres años porque su padre, alcohólico, lo golpeaba. Primero pasó por un orfanato, y luego fue adoptado por una familia del estado federado de Brandeburgo, cerca de Berlín. Con 23 años, se volvió a comunicar con su familia y fue en esa ocasión, que conoció a su hermana, con quien comenzó a salir en 2000.
Fruto de esa relación nacieron cuatro hijos en cinco años (2001-2005): dos de ellos tienen retrasos mentales, otro, una pequeña malformación cardíaca y sólo una no presenta problemas de salud.
La condena del padre y su prisión coincidieron con el retiro de los tres hijos con problemas, que viven ahora en institutos del Estado. Mientras que los padres viven sólo con una de sus hijas, en las afueras de Leipzig.
Patrick continúa en la búsqueda de recuperar a sus otros tres hijos. Sus abogados argumentaron, ante la Corte Europea, en Estrasburgo, que las condenas a prisión y sus prolongadas ausencias desintegraron la familia.
Sin embargo, la corte dictaminó anteayer que las leyes alemanas no vulneran la convención para la protección de las Libertades Fundamentales del Consejo de Europa, en particular en lo relativo a la defensa y protección de la familia.
En su fallo justificaron, además, que la prohibición del incesto continúa anclada de manera muy firme en la sociedad, "donde sigue siendo fuerte el convencimiento de que se trata de un delito que tiene que ser perseguido".
La sentencia no tiene efecto inmediato. Stübing tiene ahora un plazo de tres meses para presentar un recurso.
Uno de los argumentos decisivos para la prohibición de las relaciones entre personas de la misma sangre son los riesgos de problemas de salud para los hijos.
"Esta argumentación no se rige", contó Parvin Sadigh, experta en temas éticos del semanal Die Zeit .Y agregó: "Las personas discapacitadas pueden sin problemas elegir tener hijos, pese a los riesgos de que también ellos hereden las patologías. Estaríamos indignados si esto no fuese así. Lo mismo vale para las mujeres que fuman y toman alcohol en el embarazo: intentamos convencerlas de que se abstengan, pero no las mandamos a la cárcel si lo hacen".
Fue éste también uno de los argumentos esgrimidos por Endrik Wilhelm, abogado de Stübing, quien afirmó: "La motivación eugenésica tiene sus raíces en la ideología racista de la época nazi".