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Un bostezo, estar flaco, un gas: Todas estas son razones de despido

Una investigación arrojó los diez despidos más insólitos registrados hasta el momento. Sus protagonistas, fueron absurdamente removidos de sus cargos y en su mayoría y en consecuencia, posteriores millonarios.

Comenzando “levemente”, cabe citar a la cadena periodística CNN que despidió a una reportera luego de que en su red social de Twitter muestre compasión y “respeto” por el fallecimiento de Sayed Mohamed Husein Fadlalá; un ayatolá de Líbano.

Lo insólito de este despido sin embargo, es que fue la propia cadena la que comunicó (luego el relevamiento de la conductora de “Oriente Próximo”) la vergonzosa razón.

En segundo lugar, también nombramos a una reconocida cadena: nada más y nada menos que la productora a cargo de Michael Bay que despidió a la afamada rubia Megan Fox y la “apartó” de Transformes 3 por estar “demasiado flaca”.

Según expresó Bay, quién además guionista de la saga, al proponerle el papel a Megan se le pidió engordar algunos “kilitos” por que “estaba muy pálida y desmejorada; extremadamente delgada”, por lo que no iba con el papel que debía protagonizar. Sin embargo, la actriz se negó a subir de peso y, quedó fuera del rodaje.

“Me despidieron por llevar faldas atractivas y tacones altos”, afirmó, en tanto Debrahlee Lorenzana, despedida de la popular entidad bancaria de Citibank. Al respecto, la empresa argumentó que sostenían la decisión debido a que “sus compañeros de trabajo se distraían por la ropa demasiado sexy de Debrahlee”.

A Daniel Cambridge tampoco le fue demasiado bien a la hora de conservar su puesto de trabajo y esto se debió a que el operario de almacenes padecía (y hacía padecer) un ‘exceso de gases’. La expulsión de la empresa se produjo luego de que sus propios compañeros se la exigieran a sus superiores a través de más de 35 quejas. Cambridge, a su favor, alegó que las flatulencias eran el efecto secundario de sus medicamentos (Citalopram). No obstante, aún permanece desempleado.

Caso contrario al de Megan Fox, fue el padecido por Filippa Hamiton; una modelo estadounidense a la que la casa de moda estadounidense Ralph Lauren la despidió por haber subido de peso. Y, si bien esto puede parecer habitual en el contexto en el que la mujer está inmersa, lo insólito de esto es que Hamiton sufría anorexia y estaba muy por debajo de su peso. Consecuencia misma de las exigencias de la empresa.

Un caso inmensamente llamativo es también el de Kimberley Swann que se quejó en su red social Facebook de “estar aburrida” durante la jornada laboral. Al leer su “estado”, sus jefes la despidieron de inmediato.

Un caso peculiar, sin dudas, es el de una joven que controlaba la zona azul en Sant Adrià del Besos, en Barcelona y, según las autoridades, “castigaba a pocos conductores” y levantaba “pocas multas” por lo que no cumplía con el “cupo mínimo de sanciones que debía imponer al mes: 1000 sanciones mensuales, lo que supone unos ingresos de 8000 euros como mínimo”.

Asismismo, y hablando de razones irrazonables podemos nombrar al Banco Sabadell que despidió a José Luís Álvarez por bostezar. ¿Lo peor? La empresa bancaria argumentó que esa es una “falta muy grave”.

Por su parte, Sandra Tejero, que trabajaba en una cadena de pescaderías (“El Punt del Peix”) padeció un accidente de moto que la dejó en coma más de un año. En tanto, la empresa, que estaba al tanto de la situación, recibía el parte de la empleada cada semana. Sin embargo, la compañía no tardó en comunicarle a la familia de la mujer que le rescindían el contrato, alegando el artículo 54 del Estatuto de los Trabajadores, que cita como motivo para echar a un empleado las faltas repetidas e injustificadas de asistencia y puntualidad. La que la empresa reconoció que se trataba de un despido improcedente caso, que tuvo un amplio eco mediático, llevó a la empresa a reconsiderar su postura y “dejar sin efecto” la carta que remitió a la familia de Sandra T. comunicando su despido improcedente, los 938,89 euros de finiquito y los 2.416,20 euros que le otorgaba en concepto de indemnización.

Por último, un ingeniero en sistemas perdió su trabajo luego de comer dos porciones de pizza en la oficina, no obstante ganó el premio al “Despido Más Escandaloso” y la mala fortuna de Jim Garrison finalmente tuvo su recompensa, ya que su caso fue elegido como el “Despido Más Escandaloso”, entre más de mil personas que enviaron sus historias a un sitio de Internet.

Al resultar ganador, Garrison, de 39 años, ahora podrá disfrutar de un viaje en crucero por el Caribe.