Un año de fugas insólitas
Por una de las evasiones, renunció el director del Servicio Penitenciario Federal.
Sin dudas que 2013, pasará a la historia como el año de las más fugas insólitas. Fueron tantas, que apenas elegimos algunos para hacer una reseña de las más llamativas.
Uno de los casos más recordados fue el 8 de abril cuando cinco presos saltaron de un camión del SPF a la altura del Mercado Central, en plena Richieri.
Los presos escaparon cuando los llevaban al penal de Ezeiza. Dos fueron recapturados, uno de ellos, grave, por los golpes que sufrió en la caída.
Apenas cuatro días más tarde de esa increíble fuga en la Riccheri el Servicio Penitenciario Federal sufrió otro escape increíble, en el Complejo Penitenciario 2 de Marcos Paz.
Fabián Araya, detenido por homicidio, se fue caminando del penal. El hombre aprovechó que en el pabellón 1 había problemas, salió caminando por la canchita de fútbol, pasó el cerco, y se fue.
La fuga de mayor impacto fue el 20 de agosto. Ese día, escaparon 13 detenidos del penal de Ezeiza. Según la versión oficial, se fueron tras realizar un túnel. Ocho de los presos fueron recapturados. Dos brasileños que fueron los cabecillas, siguen prófugos. Esta fuga, motivó la renuncia de Víctor Hortel, quien era director del SPF.
En Río Negro, hubo una seguidilla de fugas insólitas. Por un lado, se escapó un preso con muletas, que fue recapturado a las dos semanas. Por otro lado, 12 presos escaparon de una cárcel donde una semana antes habían detectado un túnel de 32 metros. Los presos ampliaron el túnel, y fugaron con apoyo externo a pesar que el jefe de la cárcel había advertido a la policía sobre el plan que estaba en marcha.
En La Plata, hubo otras dos fugas insólitas. En una, dos presos escaparon en un remis de una de las cárceles de regimen mediano de Olmos.
En otro caso, dos presos hicieron un boquete en un camión de traslado y fugaron esposados en inmediaciones de la Unidad 9 de La Plata. Uno de esos presos apareció asesinado hace una semana en La Matanza.
Una de las fugas más patéticas fue la de un preso que estaba condenado por el asesinato de un rehén, y a una semana de recibir la sentencia, se fue disfrazado de mujer de la cárcel de Campana. Inverosímil por donde se lo vea.
La otra fuga compleja de este año fue la de Fernando Amenjeiras. Se fugó de la comisaría primera de Moreno tras pagar 5 mil pesos de coima a un policía que luego fue detenido.
Al mes, Ameijeiras tomó rehenes en una casa de Tortuguitas y a los gritos denunció que las fugas se arreglaban.