DOLAR
OFICIAL $816.08
COMPRA
$875.65
VENTA
BLUE $1.18
COMPRA
$1.20
VENTA

Un accidente desnudó un arsenal privado

Bomberos y Policía de la Ciudad llegaron a un departamento en la calle Salguero, en Palermo, para apagar un incendio en curso, pero cuando se controlaron las llamas, entraron al lugar para inspeccionarlo y se encontraron con un arsenal.

 
En el departamento de la calle Salguero, en pleno barrio porteño de Palermo, se encontraron 6 granadas y más de 90 armas cortas y largas, y algunas granadas con las leyendas “Montoneros” y “Sabino Navarro”, por José Sabino Navarro, militante de la organización armada, muerto en 1971 y quién fue uno de los fundadores de la organización guerrillera, también se encontraron tres silenciadores y un arma tumbera de considerable buen diseño.

En el hecho interviene la Unidad de Flagrancias Norte, a cargo del fiscal Matías Vila, quien inició actuaciones por el posible delito de tenencia ilegal de armas de guerra y explosivos. Según fuentes del caso, Vila fue consultado por el incendio y recibió la versión de que se trataba de un simple hecho de coleccionismo. Sin embargo, la cantidad de armas le llamó la atención. Al ver las granadas, se convocó de urgencia a la división Explosivos de la fuerza porteña.
El comisario Miguel García, de la policía porteña, afirmó que el incendio comenzó por un desperfecto eléctrico. 

"Cuando concurrimos al lugar, notamos que había seis granadas, además de las armas de fuego, por lo cual se procedió a la evacuación de todo el edificio y parte de la cuadra, y se estableció un perímetro", agregó el comisario.

En cuanto a las armas de fuego, señaló que entre ellas hay algunas que “son de uso prohibido, por ejemplo bastones que disparan cartuchos de escopeta, y silenciadores".

La procedencia de las granadas que llevan las marcas de Montoneros es incierta y pueden ser un obsequio de un viejo militante que las guardó durante años, o una posible compra en el mercado negro de armas de fuego, que históricamente funciona en la ciudad de Buenos Aires.


Sebastián Mochkovsky, el dueño de la peligrosa colección y familiar de los fundadores de la casa de juegos SACOA, dijo desde Estados Unidos" “Soy coleccionista”. Acto seguido exigió que le devuelvan todo en buen estado “porque no debió ser secuestrado: todo tenía su habilitación”.

El coleccionista, impetuoso, prepotente, habitual en personajes de su fortuna y clase social, desconoce la ley. Por lo pronto, algunos de sus preciados objetos, de seguro jamás los volverá a ver por algo muy elemental: están prohibidos por ley. Asimismo, deberá responder penalmente por ellos. Muchas de las armas secuestradas son armas de guerra, la pena será de 3 años y 6 meses de prisión.


Un consejo a los coleccionistas y aficionados, asegúrese de consultar un abogado penalista antes de comprar estas cosas, de seguro ha de ahorrarse, dolores de cabeza y unos cuantos dólares de honorarios profesionales.

Dejá tu comentario