Uma Thurman brilló con estilo propio

Se dice que en los estrenos hay que brillar, y la bella actriz Uma Thurman lo hizo con creces. La rubia sorprendió el martes pasado con su nuevo look en la alfombra roja del ArcLigth Cinema donde se hizo la avant premiere de su reciente película "Ceremony" protagonizada junto a Michael Angarano, y en la que se la vio vestida para matar. La protagonista de la célebre "Pulp Fiction" no sólo demostró que brilla con luz propia gracias a su gran talento, acompañado por unas piernas interminables, y una belleza inigualable, sino que no es supersticiosa ya que usó el color dorado cuasi amarillo que, dicen, trae mala suerte. Algo de lo que Uma no se enteróya que las críticas fueron espectaculares, no sólo por su actuación, sino por su nivel de sofisticación, del cual muchas celebrities locales deberían aprender. A tomar lápiz y papel. La regla que pareciera usar la actriz es la tan consabida "¡¡¡menos es más!!!", y la que muchas deberían acatar con rigidez. Recorramos su look de pies a cabeza.

Para empezar, la actriz eligió un vestido de color oro en corte trench que dejó entrever que a sus 40 años cualquier prenda es digna de perfección en su cuerpo, y que la hizo brillar como una joya. Y todo gracias a la soltura de su tela, que evitó que se viera encorsetada. En los pies, la alucinante actriz usó unas sandalias altísimas color beige con delicados apliques de strass. Pero como más allá de todo ese brillo, se trata de una mortal, con el paso de las horas, la actriz no soportó los tacos y aplicó el plan B que la dejó tan bien parada como el original: unas sandalias chatas negras de muchas tiras. En el cabello Uma mostró una trenza descontracturada que bien pueden hacer ustedes mismas en casa. Y como no hay que dejar nada librado al azar, los accesorios también se hicieron notar.

Thurman escogió unas joyas muy chic. De las orejas colgó unos pendientes de diminutos diamantes. En sus manos sorprendió al usar dos estilos diferentes. Por un lado, en su muñeca izquierda puso dos pulseras de diamantes muy acordes con los pendientes, y en la derecha, como ahora vale el no combinar todo, prefirió ponerse algunos detalles muy étnicos como los anillos enroscados en sus dedos. Todos al tono, menos una pulserita azul que le puso el touch que le faltaba. Sencillez y sofisticación, una fórmula imbatible. Ahí fue, después no digan que no les avisamos.