Último invento de la moda: "Ropa Láctea"
Una diseñadora y bioquímica alemana dio a conocer el "Qmilch", una tela hecha enteramente de leche que tiene el aspecto de la seda y las propiedades del algodón.
En general, y aunque la tecnología textil evoluciona a la velocidad de la luz, las telas son los tejidos resultantes de la unión de hilos o fibras que proceden de plantas o animales como el algodón, la lana, la seda y el lino; o fibras artificiales como poliéster, nailon y acetato.
Hoy la bioquímica y el diseño alemán dan una gran sorpresa: crearon una tela hecha enteramente de leche.
La responsable del invento es Anke Domaske y su original creación la hizo merecedora del premio a la "innovación" por parte de La Asociación de Investigación en Textiles de Alemania.
La tela en cuestión llamada "Qmilch", que en alemán quiere decir calidad y leche, es una fibra sustentable creada a partir de leche orgánica vetada para el consumo humano. Tiene el aspecto de la seda y puede lavarse y secarse como el algodón, además, no presenta ningún riesgo para las personas con alergias cutáneas.
Luego de dos años de pruebas, la diseñadora y bioquímica, junto a su equipo, sistematizaron un proceso para reducir la leche a polvo de proteína que se puede hervir y presionar hasta obtener hebras. Las mismas se pueden convertir en tejidos gruesos o delgados, según se prefiere.
¿Te pondrías un vestidito de leche?
Hoy la bioquímica y el diseño alemán dan una gran sorpresa: crearon una tela hecha enteramente de leche.
La responsable del invento es Anke Domaske y su original creación la hizo merecedora del premio a la "innovación" por parte de La Asociación de Investigación en Textiles de Alemania.
La tela en cuestión llamada "Qmilch", que en alemán quiere decir calidad y leche, es una fibra sustentable creada a partir de leche orgánica vetada para el consumo humano. Tiene el aspecto de la seda y puede lavarse y secarse como el algodón, además, no presenta ningún riesgo para las personas con alergias cutáneas.
Luego de dos años de pruebas, la diseñadora y bioquímica, junto a su equipo, sistematizaron un proceso para reducir la leche a polvo de proteína que se puede hervir y presionar hasta obtener hebras. Las mismas se pueden convertir en tejidos gruesos o delgados, según se prefiere.
¿Te pondrías un vestidito de leche?