Twitter bajó la cuenta de El Presto tras burlarse del femicidio de Úrsula Bahillo

La empresa Twitter suspendió el jueves de esta semana al usuario  del periodista cordobés Eduardo Prestofelippo, después de que fuese reportado por un gran número de personas a raíz de sus comentarios sobre el femicidio de Úrsula Bahillo en Rojas, provincia de Buenos Aires.

"Seguro que si Úrsula le hablaba con E a su asesino, se salvaba", escribió Prestofelippo en referencia al lenguaje inclusivo, probablemente subestimando su talento para la comedia.

"A mí me hicieron creer que con lenguaje inclusivo y con el Ministerio de la Mujer esto se solucionaba. Hemos sido engañados", publicó luego el cordobés, de nuevo con mal timing, poco tacto y una enorme cuota de falta de empatía hacia la familia de Úrsula, que hoy busca que su ex novio, el policía de la Bonaerense Matías Martínez, sea condenado por su femicidio.

Córdoba es la tierra de grandes números de comedia, algunos con un estilo más elevado que otros (hay quien tilde chabacano al humor popular, claro), pero "Presto" finalmente demostró que lo suyo no era un paso de comedia, un personaje de Twitter: "Defienden un gobierno que libera femicidas y violadores", protestó.

Al margen del gran número de seguidores que tenía en Twitter, Prestofelippo fue el centro de atención el 10 de febrero porque la presidente del PRO, Patricia Bullrich, lo elogió por ser uno de los "jóvenes comunicadores que se animan a hablar y a manifestar sus ideas, sin ser políticamente correctos".

Lo "políticamente incorrecto" puede ser expresado con buen gusto, pero en el caso de Prestofelippo dos días antes de ser elogiado por Patricia Bullrich, en la madrugada del 8 de febrero, al mejor estilo Donald Trump dejó correr toda su lesbofobia cuando salió a un bar con su novia y otra mujer intentó "seducirla", según él.

Acuciado por la idea de perder la atención de su novia, "Presto" describió la secuencia como el accionar de la "típica tortona resentida progre por nacer sin falo (sic)", y convino: "si me paro y le rompo la cabeza el violento es el hombre", incapaz de notar la ironía de la violencia de su mensaje.