Turistas "ninjas" al ataque
No es tarea fácil laburar de asesino, y menos de ninja. Así lo comprueban estos turistas.
Deslizarse por una cuerda a través de un río y trepar lo que venga son algunas de las habilidades -entre muchas más- que se esperan de un ninja con todas las letras.
La ciudad japonesa de Nabari está promocionando su décimo-quinto siglo de herencia ninja para atraer visitantes, que pueden experimentar por sí mismos la tradicional profesión de ser mercenarios feudales. De esta manera, los futuros ninjas se entrenan en el arte del espionaje, sabotaje, infiltración e incluso en el asesinato.
Aunque sea un mero simulacro, los turistas están encantados de salir de la rutina y entrenarse en tareas que hace siglos hubieran puesto en riesgo sus vidas.